A estas alturas de la película ya no sorprende a nadie lo que diga Fernando Sánchez Dragó sobre las mujeres, sobre el sexo, o sobre todo junto. Pero no por eso deja de provocar dolor estomacal cada vez que abre la boca para pontificar sobre sus conocimientos y demostrar al resto de la humanidad que es un erudito en la materia.
Quizás es que de pequeño se cayó en una marmita del Elixir Dragó que anuncia en su página de Instagram, un remedio "contra el envejecimiento. ¡Mejora tu salud sexual con Homo Erectus!". O quizás la marmita estaba llena, directamente, de estupidez, machismo y babas, todo bien mezclado. El caso es que el escritor, lamentablemente famoso por decir que se había acostado con dos menores de 13 años, "unas lolitas de esas -ahora hay muchas- que visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda...", ha vuelto a hablar de sexo. Lo ha hecho para el diario El Español.
Reconoce Sánchez Dragó que "el órgano sexual es la cabeza. Yo, en el sexo siempre he sido muy cerebral". Quizás en la cabeza sólo tiene sexo, por eso dice lo que dice. Confiesa que "esto del 'sexo animal'… realmente sólo una vez en la vida lo he sentido así. Fue la primera vez. Había una criadita deliciosa en mi casa, bastante ligerita de cascos, y me llevaba tiempo provocando…". Provocar y hablar sin sentido, es lo que acostumbra a hacer un hombre que no calla ni mientras practica sexo: "A mí me cortas la lengua y se acabó, no vuelvo a hacer el amor en mi vida".
Dice Dragó que quien no tiene la cabeza en su sitio, no hace bien el amor, y que este "sexo narrativo" como él define, "se puede enseñar. Muchas de mis mujeres lo han aprendido". El 'pigmalión' habla de sus filias y fobias a la hora de tener sexo: "Los ojos son muy importantes. Las manos. Y aunque no sea el factor más relevante, el pene y la vulva tienen su importancia. Yo lo primero que miro en una mujer son las muñecas y los tobillos. No puedo soportar muñecas gruesas ni tobillos gruesos". Menos miramientos demuestra tener con los pechos: "La teta grande está bien, la pequeña está bien, la tiesa está bien, la dura está bien, la caída está bien".
No es más fino respondiendo cuando le preguntan cómo sería él de haber nacido mujer: "Sería muy puta, una puta refinada, una puta culta...". Alguien tan "libertino" como él se autodefine, dice que el peor polvo que tuve no puedo decir con quién fue porque fue una mujer ultrafamosa que conoce todo el mundo y que aún está viva. Salió mal porque ella hacía el amor fatal, pero te podría contar por qué hacía el amor fatal… y averiguarías quién es". Con otras, horas y horas: "la mujer, debidamente follada, puede estar horas, y horas, y horas… y venga orgasmos. Yo el otro día estuve con una chica y tuvo 15 orgasmos en 5 horas".
Para remachar el clavo, el diario le pregunta '¿Quién practica mejor sexo, la gente de derechas o la de izquierdas'?. Respuesta: "las de derechas. Las chicas de izquierdas se creen que están salvando el mundo cuando follan, y las otras no, las otras follan porque les gusta"...
Estamos a salvo de este degenerado https://t.co/Nb3WIyASvq
— Elisa Beni (@elisabeni) 10 de noviembre de 2018
Dragó o la repugnancia de un perturbado. No es necesario ni tuitear en link. #basura
— Esther Palomera (@estherpalomera) 11 de noviembre de 2018
No hay más preguntas, señoria.