Nueva entrega de La fábrica de Rufián. Pero el programa de este miércoles era especial. Rufián entrevistando a Ferran Adrià. Pocas veces se tiene sentado en frente a un GENIO al que poder entrevistar. El mejor cocinero del mundo ha vuelto a demostrar algunas de las virtudes que lo han hecho ser venerado por todos por su trascendencia primordial en el mundo de la cocina: una enorme humanidad, empatía con las personas y una mente preclara y brillante. Hablando de cocina. O como aquí, de política, y mucho.
Adrià ha regalado muchas perlas sobre como ve él la vida y su entorno. Al frente de la Bulli Foundation, el chef y empresario ha sentenciado cuáles son los problemas más graves que hay en el mundo: "el 50% de las pymes no dura más de cinco años y el 22% no dura más de dos años. La sociedad tiene que entender que la innovación lo es todo. Los dos grandes problemas de la sociedad de hoy en día son la pandemia y el cambio climático. Solo se solucionará con innovación". Quién cambió el mundo de la gastronomía también cambiaría muchas otras cosas, empezando por la clase política de este país: "los políticos y la política se tienen que reinventar. No podeis cobrar lo que cobrais. Tendrían que cobrar como un buen directivo de una multinacional".
Adrià, sin embargo, asegura que no compartiría un menú degustación ni con Sánchez ni con Casado, "nunca como con políticos". Tampoco con los presidentes de la Generalitat, que asegura que tiene buena relación con todos. Porque él, si una cosa tiene clara, sobre Catalunya ("un país muy importante dentro de la historia de Europa") es que "Lo importante para una persona como yo es que se comprometa con el país para ayudar a la gente, sea de izquierdas, de derechas, de lo que sea. Muchas personas me dicen que no me mojo sobre el independentismo... es que yo soy de la gente. ¿Tú me pides algo? Aquí estoy. Pero después puedo tener mis pensamientos , que son muy complejos a nivel de patria y tal".
Rufián le pregunta cómo ha explicado a las personas de fuera del país, qué es lo que ha pasado estos años en Catalunya y España. ¿Respuesta? Tirando de metáforas familiares: "Es un tema de sentimientos. Al final, todo el mundo tiene razón, si se hace de una manera pacífica. Es difícil explicar algunos sentimientos. ¿Por qué soy del Barça? ¿Por qué quiero a mi madre? ¿Por qué quiero mucho a Junqueras? No hay ninguna razon, no soy objetivo... ¿La relacion con Catalunya? Es una cuestión de emoción... Hay hijos que quieren más a su madre que otros hijos que..., bueno..., pues... Es fácil de comprender que sea difícil que los hermanos se pongan de acuerdo". En Catalunya y España no se llega a ningún acuerdo. ¿Intervención de mediadores europeos? "Yo soy muy europeo, pero si nos dejan tirados... ¿Cómo se hace el tema catalan? ¿Hay unos cuantos eurodiputados para que lo entendais, no? ¿Se puede hacer un referendum? Ha de haber una solucion para todos. Si tú tienes dos hijos, no puedes hacer algo solo para uno. Yo no tengo ni idea. Sería la repera que un cocinero diera lecciones a 600 eurodiputados".
Un Adrià que vivió muy mal la sentencia al procés. "Muy mal, sabes de mi relación con Oriol. Tienes que ser mala persona para estar contento de que alguien esté en prisión por cualquier tema. Es muy triste, me hubiera gustado que no hubiera pasado todo esto. Hemos tenido unos años que Catalunya no se merecía y mía no es la culpa, ni de la mayoria de gente". Y después de un menú degustación donde Adrià ha ofrecido delicatessen hablando de política, los postres: la figura de Juan Carlos y la monarquía española. Afirma que no puede ser objetivo con el emérito, debido a su relación, pero sí tiene clara una cosa: "Si me preguntas por la monarquía, se tiene que reinventar, el concepto. Pero a mí tampoco me gusta un presidente de una república, ¿eh? El liderazgo de un país se tiene que reinventar. Está claro que tiene que ser un modelo que sea diferente al que ha existido hasta ahora, no?". Adrià deconstruyó los alimentos para ofrecer a los clientes obras de arte en forma de platos. Ahora ha deconstruído a la corona y al país en una entrevista deliciosa: