Ferran Torres, esta temporada, está siendo más tiburón que nunca. A pesar de las críticas de algunos culés, aunque no acabaran de estar satisfechos en temporadas anteriores, donde más bien parecía una sardinilla o un salmonete, él confió en sí mismo y con un fuerte trabajo mental ha conseguido creer en sus capacidades y aprovechar cada vez que Hansi Flick lo pone en el césped. La mayoría de veces, saliendo del banquillo y sustituyendo a algún compañero titular. Pero el valenciano, cuando dispone de minutos, suele mojar siempre. El jugador que saliendo desde el banquillo lleva los mismos goles, por ejemplo, que un titularísimo Bellingham en el Real Madrid o más que otro titular indiscutible de Ancelotti, Rodrygo.

Sin ir más lejos, el de Foios consiguió el pasado domingo un doblete en el campo del Atlético de Madrid. Al poco de sustituir a Dani Olmo, el delantero consiguió un sensacional gol rematando con la cabeza un centro de Raphinha, estableciendo el 2 a 2 en el marcador. Y ya en el descuento, después de que el mismo compañero robara un balón a la defensa colchonera, marcando el definitivo y brutal 2 a 4 que significaba un golpe en la mesa de su equipo, una reacción estratosférica en el campo de un rival directo, remontando un 2 a 0 en contra en 25 minutos.

Ahora, Ferran Torres está con la selección española, rodeado de compañeros de vestuario blaugrana, como su buen amigo Pedri, Dani Olmo, Cubarsí o Lamine Yamal. De algunos de ellos ha hablado en una entrevista para el Mundo Deportivo, donde aparte de hablar de su estado de forma, del Barça, de la Roja o de cuestiones deportivas, ha respondido a un test de preguntas y respuestas rápidas, explicando algunas intimidades del vestuario y alguna situación vivida por él mismo con algún aficionado. Por ejemplo, hablando del vestuario, ha confesado que si volviera a nacer, le gustaría ser justamente Pedri; con qué compañero no viviría ("Que me perdone, pero creo que con Gavi. No sé cómo sería vivir con él, pero mejor no descubrirlo"); que "Lamine o Pedri son bastante sardinitas"; que el más bromista en el equipo, él aparte, es Èric Garcia o que a quien le gusta más tocarle las narices es a Dani Olmo y Pedri, "porque entran al trapo. Y si me junto con Èric, más aún";

También se ha abierto sobre él y sus gustos. Se vuelve loco (y se atrevería a cocinarla) por una paella valenciana, "la tradicional, con pollo y conejo", que no descarta la experiencia de bañarse con tiburones ("A ver quién tiene lo que hay que tener..."), que si fuera una persona anónima, no conocida, lo más loco de que haría sería "Pegarme una buena farra sabiendo que nadie me conoce" o también ha confesado "Algo muy surrealista que le haya pasado como famoso", y ha revelado qué pasó un día que topó con un fan suyo, un aficionado del Barça, que lo paró al reconocerlo. Recuerda cómo este seguidor le pidió, como hacen muchos (a pesar de que cada vez menos, ya que ahora todo el mundo quiere fotos o selfies con el móvil), o mejor dicho, como hacían muchos, un autógrafo. Normalmente, los fans que lo piden van con una libreta, una hoja, o que les firmen en la camiseta del Barça. Pero este aficionado le pidió su autógrafo... en el brazo. Y no solo eso, sino que después de su firma en la piel del culé, este "se la tatuó"... De eso se dice un tiburón dejando su dentellada...