Antonio García Ferreras está haciendo honor al lema de su programa: cumple con creces eso de "más periodismo". 'Al Rojo Vivo' ya no sólo ofrece información y mucha opinión, ahora también le hace la competencia a Iker Jiménez o a los programas de videntes de madrugada. Sabe cuál será el futuro, él y sólo él. Bueno, y si el futuro no acaba siendo como se lo imaginaba, pues se lo inventa y punto. Eso de dejar volar la imaginación no es nuevo para el de La Sexta: lo demostró cuándo hacía públicas fake news sobre los CDR o el Tsunami Democràtic. Es curioso que el ingenio se le active siempre con el mismo tema: el independentismo. Le ha vuelto a pasar esta mañana, cuando ha conocido (como el resto de los mortales) que, finalmente, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya se han puesto de acuerdo y habrá gobierno de la Generalitat. Y eso, para el españolismo, es peor que la Champions del Barça Femenino o que el gol de Luis Suárez con el Atlético birlándole la Liga al Madrid. Ferreras tiene el día muy cruzado, pues: por 'merengue' y azote indepe.
El programa de Antonio es famoso por sus grafismos: allí nacieron los famosos "pactódromos" después de cada cita electoral. También es muy amigo de los contadores: cuentas atrás para que acabe pasando aquello inevitable... o lo que sencillamente, desea con fuerza. Y claro, que el 52% del voto independentista acabara en el vertedero y se tuvieran que repetir los comicios catalanes era muy goloso, un sueño húmedo para el de León. Durante 90 días ha gozado viendo la falta de entendimiento y la posibilidad de que Salvador Illa tuviera una segunda oportunidad. El cartelito con los días, horas, minutos y según para la fin del plazo de la investidura iba alimentando la euforia. Quizás abrumado por este frenesí, el anuncio del acuerdo no ha alterado sus planes, ni sus rótulos. Todo seguía igual. Tic tac. Ni siquiera la conexión en directo con el Palau Robert de Barcelona con el futuro presidente Pere Aragonès y secretario de Junts encarcelado, Jordi Sànchez, atendiendo a los medios, le hacían rectificar. El ridículo más absoluto y, cómo bien ha dicho al político vasco Joseba Azkarraga, "no puede reprimir lo que le gustaría una repetición electoral". A las 14:26 horas, una hora después de la rueda de prensa, la cuenta atrás continuaba en la pantalla.
O Ferreras tiene una bola de cristal y es pitoniso, o vuelve a demostrar sus filias... y muchas fobias. Cada día más sesgada, la supuesta 'izquierda' española.