Hace días que no hablábamos de ella. La teníamos olvidada, pero Karmele vuelve a EN Blau. La ex tertuliana de 'Sálvame' -que tantas veces ha rajado de sus ex compañeros de Mediaset- sigue reivindicando allí por donde pasa los derechos de las mujeres. Es muy de PODEMOS, tanto que incluso va a sus actos de partido. Hace pocos días la podíamos ver apoyando a Irene Montero, aplaudiendo una de las célebres frases de la ministra que tanto revuelo causó hace unos meses, cuando habló de "cultura de la violación".
Hace poco estrenó su libro 'No me callo', donde explicaba cómo fue su infancia, cómo era su padre y cómo conoció a sus novios, entre los cuales un islandés. Ahora, Karmele está viviendo una segunda juventud. Pues ya ha dejado atrás su etapa televisiva y se dedica a dar conferencias, dar entrevistas, firmar autógrafos y dedicar libros. Sus 76 años los lleva muy bien, porque sí, aún es joven. Los 76 hay que saberlos disfrutar igual que los 22, los 34 o los 98. Vive la vida lo mejor posible y disfruta haciendo lo que más le gusta: luchar por los derechos de las mujeres.
Su padre estuvo a punto de matarla
Marchante ha dado multitud de entrevistas en los últimos tiempos a raíz de la publicación de su libro. La autora de 'Porque yo soy un tsunami' explicó en La Vanguardia que su padre la llegó a apuntar con una pistola cargada y la amenazó con matarla. "En un momento determinado sacó una pistola de un cajón y me dijo que estaba cargada y que me iba a matar. Y yo le dije: mátame", relata, añadiendo que tras esto se piró de casa a sus 18 años. "Después de este suceso me fui con el que sería mi primer marido, que era islandés, y otras dos amigas a compartir piso en Barcelona", detalla.
La prensa rosa, su gran error
En esta entrevista a Gente de La Vanguardia, la de Tortosa se arrepiente de su pasado ligado a la prensa del corazón. Cuando uno escucha el nombre de Karmele automáticamente le viene a la cabeza el color rosa. Pues ella estuvo durante años compartiendo tertulias con Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Jorge Javier Vázquez, Belén Esteban y compañía. Ahora, un lustro después de sus últimos pinitos, dice esto sobre la crónica del corazón: "Fue el gran error de mi vida porque me dejé llevar por el muchísimo dinero que ganaba. No soy vergonzante, lo digo. Dinero que, por cierto, luego mi tercer marido me quitó y me quedé en la calle. Fue un error, debería haber seguido la línea de periodismo que llevaba que era la que me gustaba". Karmele solo hay una, es única.