"A ver un momento: yo he visitado más de 100 pueblos y en ningún sitio me he sentido tan forastero como aquí". Con esta declaración de intenciones empezó El Foraster de este lunes en TV3. Con esta frase daba la bienvenida el bueno de Quim Masferrer a los vecinos de Pratdip. Mira que ha visitado rincones preciosos de país, pero nunca el título del programa ha tenido tanto significado como el programa de esta semana. Situado en la comarca del Baix Camp, 680 habitantes, a 15 kilómetros de la Costa Dorada, Pratdip, un lugar con una leyenda que pone los pelos de punta, recibió al presentador... ¿con los brazos abiertos? No. Con El tractor amarillo, canción que suena para anunciar que un forastero está en el pueblo, que alguien que no es habitual recorre sus calles... Y Quim alucinaba:
En Pratdip Quim visitó la fuente de Santa Marina, donde encontró a un buen grupo de gente recogiendo un agua que tiene propiedades milagrosas. También se enfiló al milenario castillo del pueblo, donde una vecina, Sílvia, le explicó la leyenda de los dips, unos perros lobo que salen por la noche y atacan, precisamente a los forasteros. Conoció también a Ramon, que está montando un bar en homenaje a su mujer, o a los niños del pueblo, que cada vez la hacen más grande que la anterior. Un programa maravilloso, como siempre, que se podría haber acabado mucho antes de hora, ya que la integridad física del presentador por poco no sufre un accidente...
Pero si unos vecinos nos enamoraron, sin duda, fueron Josep y Marina. Dan fe el 25% de share brutal que consiguió el programa, líder indiscutible de la noche en Catalunya, y 540.000 espectadores plantados delante del televisor. Y todos, absolutamente todos, rendidos a esta pareja conmovedora que hizo saltar la lagrimita. Olvídense de las historias de amor de Hollywood. Para historia de amor, la suya, luchada desde hace medio siglo contra viento y marea... o en este caso, contra la suegra...: "Allí, en un banco de piedra, me encontré una historia de amor... increíble", anunciaba Quim... Y tanto que lo era.
Una pareja de Pratdip de toda la vida, sentados en un banco calentándose por los rayos de sol. Pero los que nos iluminaron fueron ellos dos con su historia. Quim les pregunta cuántos años hace que estaban casados... Y la Marina le niega la mayor: "No estamos casados. Cuando éramos jóvenes fuimos novios y su madre a mí no me quería de ninguna manera. Aguanté unos cuantos años y dije: ¿'Qué tengo que hacer yo? ¿Esperar a que me quiera esta mujer'?. No quería que se casara conmigo. Yo no sé por qué no me quería", lamenta ella sin entender por qué: "Yo, cosa mal hecha no hice ninguno. Salió otro chico, de la provincia de Castellón, y me casé. Tuve dos hijos". Y Josep, mientras tanto, soltero. Marina continúa con su relato: "Cuando faltaban dos meses para hacer las bodas de oro, los 50 años de casados, se me murió el marido... ¿Y qué hizo el señor (Josep)? Que cogió el teléfono, me llamó, me dio el pésame y me invitó a comer en un restaurante de Cambrils".
50 años esperándola. Media vida. "Esta historia la coge Hollywood y pone a Robert Redford en el papel de Josep y Meryl Streep en el papel de la Marina y ríete de 'Memorias de África'", dice Quim. Su historia de película tiene de todo. Recuerda Marina que "el día que me fui a casar él trabajaba ante la iglesia y lo observaba". Durísimo. Josep viendo como su gran amor se casaba con otro. "Cuando la vi vestida de novia vi que se había acabado todo... Como el primer amor no encontrarás nunca ninguno. Y el primer amor era ella. Cada día durante estos 50 años pensé en ella... Todavía me emociono". Y toda la audiencia. Quim: "La vida les tenía preparada una sorpresa. El destino. Consolábais vuestras penas cantando canciones bajo un algarrobo. Quien os tenía que decir que aquellas canciones las acabarías cantando los dos juntos. Cuántas historias debe haber como la vuestra, pero que no tienen un final feliz como la vuestra. Amores prohibidos, matrimonios de conveniencia, sentimientos escondidos...":
No sabemos si Hollywood llevará a la gran pantalla la historia de amor de la Marina y Josep... No hace falta. Teniendo El Foraster cada semana en TV3 no nos hacen falta grandes superproducciones. El encanto que tiene este pequeño y delicioso programa es único.