No hay lunes que El Foraster no emocione y haga reír a partes iguales a los espectadores de TV3. Uno de los mejores programas de la parrilla de Televisión de Catalunya sigue imparable para abrir semana con su propuesta para toda la familia.
Padres, madres, hijos, abuelos, todos reunidos delante del televisor, como los vecinos de los pueblos que visita se reúnen en las plazas o en los centros cívicos, para ver y conocer lo que nos explican personas únicas que el bueno de Quim Masferrer se va encontrando allí donde va a pasar 48 horas rodeado de buena gente.
Esta semana, nueva ración en esta nueva temporada, y nuevo éxito descomunal con respecto al share. Un incontestable 22,6% de audiencia, líder imbatible las noches del lunes. Esta vez el foraster ha subido hacia arriba del territorio catalán, al Alt Empordà, para visitar a los vecinos de Sant Llorenç de la Muga, un pueblo de 265 habitantes que viven en lo que se conoce el Empordà de montaña. Un pueblo medieval tan precioso que hizo caer de culo a Quim. Literalmente.
¿Por qué? Por lo precioso que es este rincón de país, porque ha reído como nunca hasta caer de culo metafóricamente hablando, y porque ha quedado sin palabras al conocer a un grupo de músicos que hicieron una versión descomunal y MARAVILLOSA de la sintonía de entrada del programa con violonchelos:
���� Gracias por|para este regalo, @northerncellos ����
— El Forastero (@elforasterTV3) January 24, 2022
¡���� Así suena su versión de #ElForasterTV3 en #MugaTV3! pic.twitter.com/Z7tLwC5P72
Pero también cayó de culo literalmente porque ha practicado surf, sí, sí, surf, en plena montaña, cayendo una y otra vez en una pista de agua donde se deslizaba con una tabla:
��������♂️ Surfin' Sant Llorenç de la Muga ���� #Mugatv3 pic.twitter.com/0C8mlPowDr
— El Forastero (@elforasterTV3) January 24, 2022
Una visita preciosa, como todas las que hace, donde también conoció a dos jóvenes aspirantes a alcalde del pueblo en el futuro, un niño de 8 años y un estudiante de 20, que se jugaron la alcaldía futura al piedra, papel o tijeras.
Pero sin duda, lo que emocionó más fue cuando se encontró con un hombre que nos hizo saltar las lágrimas a todos los espectadores fieles del programa.
Desde Argentina llegó Mariano, para buscar una nueva vida, "Vine a trabajar en octubre del 2009 y terminé en un restaurante, soy parrillero", explica. Pero el camino no fue fácil. Después de separarse, "me encontré acá, con un niño solo, de 2 años, pañales..., trabajando en verano con una deuda importante y a remar".
¿Costó remar?, le pregunta El Foraster: "Mucho. Tener un niño y trabajar en la hostelería...". "¿Dónde dejabas al niño?", quiere saber Quim. Y Mariano, emocionado, reproduce cómo pedía ayuda a los vecinos: "¿Me lo podéis cuidar? ¿Me lo podéis cuidar? Un día acá, otró allá, otro allá..."
"Los vecinos me ayudaron mucho. A la mañana iba a la guardería, en Figueres, y cuando trabajaba a la noche a veces me lo traía aquí. Cuando no tenía donde dejarlo, le ponía una cunita al lado de la brasa. Pedir ayuda es difícil, pero hay que tragarse el orgullo y más por un hijo".
Silencio y emoción en el pueblo y en casa de los espectadores. Y Quim que lo resume a la perfección: "Podríamos decir que tu hijo en el pueblo tiene todo de abuelos, abuelas, tíos y tías esparcidos por todo el pueblo. En Sant Llorenç de la Muga, más que vecinos y vecinas, tú has encontrado a una familia".
Estos son Mariano y su hijo Adrià, que quiere ser cocinero como el padre. Y Quim dice, conmoviendo a todo el mundo: "Escucha Mariano, yo creo que tu hijo, cuando dice que de mayor quiere ser como tú, no sólo dice que quiere ser cocinero... Quiere decir que cuando sea mayorvquiere ser como tú, un gran padre"... Enorme El Foraster una semana más.