Después de una espera muuuuuy larga, demasiado, por fin los fans de El Foraster estamos de enhorabuena. El programa presentado por el gran Quim Masferrer ha vuelto a la parrilla de TV3. A partir de ahora, los lunes vuelven a ser lo que eran. Vuelven las emociones, las historias de vida, los testimonios increíbles, la química y buena sintonía entre Quim y la buena gente que va conociendo en los pueblos que visita. Ha vuelto el programa más exitoso de Televisión de Catalunya, que esta nueva temporada visitará el Serrallo, el barrio marítimo y portuario de Tarragona; Vilanova de Sau, en la comarca de Osona; Castellserà, en el Urgell; Vilaller, en la Alta Ribagorça; la Vall de Bianya, en La Garrotxa; l'Ametlla de Merola, en el Berguedà; Pratdip, en la comarca del Baix Camp o el pueblo que visitó este mismo lunes, Verges, que alcanzó un despampanante 25,4 de share y 530.000 espectadores.
Y Quim tuvo la buena pensada de visitar este bonito pueblo del Baix Empordà en una fecha señalada, en su día más importante del año, Jueves Santo, cuando tiene lugar la procesión y una representación de La Pasión de Cristo en la cual se vierte todo el pueblo y, especialmente, la Danza de la Muerte, que deja a todo el pueblo en un silencio sepulcral viendo cómo la Muerte baila su danza anunciando que, a todos, irremediablemente, nos llegará la hora.
"Ahora mismo, carne de gallina... Es impresionante", decía Masferrer al recordar qué sintió cuándo lo vio en primera persona. Pero El Foraster es tan bueno, tan emocionante y tan bien parido que no hay que ver cómo la muerte danza al sonido de un timbal para que se nos ponga la carne de gallina. A menudo esta sensación la vivimos también los espectadores con otras pequeñas historias que nos da a conocer el presentador cuando va hablando con los vecinos y vecinas de los pueblos que visita. Como Maria.
Ella y su hija se encuentran con Quim cuando este visita el espacio donde tienen toda la ropa preparada por la procesión. Allí, rodeadas de los trajes de los manages, los soldados romanos armados que tradicionalmente desfilan por Semana Santa, los espectadores pudimos comprobar cómo, de entre las muchas personas que viven la procesión de Verges de manera especial, hay una para la cual es especialmente emocionante, la mencionada vecina del pueblo. ¿Por qué? Por una parte porque este año ha sido el primero que han podido desfilar, ella haciendo de estandarte y su hija Gemma haciendo de soldado raso. Pero no porque ellas no lo hubieran querido hacer antes, sino porque no les estaba permitido a las mujeres... "Es el primer año que podemos hacer de manages, antes no se podía porque somos mujeres". Suerte que alguien ha cambiado una norma lamentable. Ella recuerda cómo era su sueño desde los cuatro años, cuando ayudaba a la madre a limpiar el almacén de los trajes de los manages: "Mi madre me decía: 'quieres dejar estar ya la fregona, que tú nunca podrás hacer de manage!'. Ahora todavía no me lo creo, pero sí, está pasando. Creo que me emocionaré. He soñado en este momento cada día desde que sé que seré manage".
Y el sueño se hizo realidad:
Lágrimas en los ojos de Maria, de Quim y de los espectadores. Pero no sólo por ver cumplido su sueño de toda una vida, sino también por lo que explicó de su abuelo. La vecina sólo se ha perdido una Procesión de su pueblo. ¿Por qué? Porque un Jueves Santo su abuelo sufrió un ataque cardiaco: "Aquel día me quedé a darle la mano, a acompañarlo, hasta que murió". Maria llamó a su madre, que no pudo ir a despedirse. "Cuando la llamé para decirle que su padre se había muerto, oía los timbales de la Muerte, cada año me emociono cuando lo oigo. Yo creo que él decidió marcharse este día. Creo incluso que la Danza de la Muerte pasaba por delante de su casa cuando él murió"... Como dijo Quim, "estoy convencido de que tu abuelo, esté donde esté, debe estar orgullosísimo de ver que su nieta y su bisnieta, dos mujeres, son manages de la procesión de Verges". Por momentos como este vale tanto la pena El Foraster. Lo echábamos de menos.