Hay diferentes maneras de afrontar una campaña. Casado ha optado por demostrar día sí, día también, que no tiene ni papa del país que aspira a gobernar. Y Rivera, regalando a los ciudadanos una serie de imágenes de político seguro de él mismo, cristianoronaldesco, y haciendo shows vestido de motero, aunque detrás suyo se encuentre sorpresas cuando se ponga a revelar las fotografías.
Por no hablar de los carteles electorales. Quedar bien, escoger el mensaje, proyectar una imagen determinada, no es fácil. A menudo los políticos pueden caer en el error de tomarse demasiado en serio y parecer más un cartel de la nueva película de James Bond que un político próximo que se preocupa por los electores. La imagen escogida por el líder de la formación naranja es de una grandiosidad que echa para atrás. Como si fuera Rafa Nadal apretando el puño izquierdo después de ganar un punto en Roland Garros, la frase escogida por Cs ha sido el hispánico "¡Vamos!" que rima con Ciudadanos. Y la foto... Ay, la foto... Algunos usuarios de la red ya lo han comparado con algún filme de acción de Denzel Washington:
En El fuego de la venganza Denzel Washington protege a una niña y a un osito de peluche. En su cartel electoral Albert Rivera no protege a nadie. Ni a su dolor de muelas. Porque un detalle de la foto no ha pasado desapercibido y ha generado una avalancha de comentarios con diferentes teorías al respeto. Un detalle que se le observa en la mejilla derecha de la cara. Un bulto interno que da la sensación como si hubiera colocado la lengua en plan quinqui ('¿Qué passsa neeeng?') o como si se le hubiera complicado una caries. Ha sido el periodista, escritor y colaborador de RAC1 y Betevé, Pep Prieto, quien ha situado a la red tras la pista:
Quizás simplemente es toda la bilis que le produce el independentismo.