Amaia Montero acaba de ganarse el respeto, la admiración y el aplauso de millones de personas que consumen Instagram. Lo ha hecho con la foto más queridamente fea, la más buscadamente poco fotogénica, la más contraria a todos los estereotipos de las instagramers tipo Dulceida. En esta red de las vanidades todo el mundo cuelga la felicidad. Nunca hay desgracias, tristeza o fealdad, todo el mundo sale maquillado, esbelto, bien vestido, photoshoeado y en marcos incomparables en la playa o en una fiesta de guapos. La cantante vasca ha dicho basta. A sus 46 años se muestra tal como es, recién levantada, como estamos todos, con muy mala cara. Esta es la Amaia Montero real:

Aplausos, hace falta tener las ideas muy claras para decir la de la foto también soy yo. No sólo la artista pletórica, arreglada y sonriente, también la mujer de 46 años con arrugas, despeinada e imperfecta. Con orgullo foto en blanco y negro para ser todavía más cruda, más definidas las aristas del paso del tiempo. Una buena foto en una artista valiente que en parte vende imagen. El mensaje reivindica el paso del tiempo. La cuelga dos veces para comparar

AMAIA MONTERO ANTES DE LA FIESTA:

Amaia Montero GTRES

AMAIA MONTERO DESPUÉS DE LA FIESTA:

Like, like y mil likes. Así muestra personalidad y seguridad, una artista maldita que perdió buena prensa al abandonar La oreja de Van Ghog y como solista ha hecho menos carrera que Viky Larraz. Pero conserva 300 mil followers que tienen la suerte de no seguir una petarda sino a una mujeraza. Despeinada y con legañas, como una Mayka Navarro del País Vasco. Impresionante.

IRRECONOCIBLE Amaia Montero reaparece e impacta todo el mundo con el cambio

Amaia Montero es una adicta a los cambios de look pero ninguno supera el más bestia cuando a media pandemia se retrató mucho más delgada e irreconocible. Dos meses después de anunciar que "Ahora solo necesito curarme y componer con tranquilidad y sin presiones mi nuevo disco" compartía una imagen irreconocible, cuando menos, radicalmente opuesta a su imagen de físico contundente, que no gorda. Con el pelo muy recogido bajo una bandana, gafas de sol y considerablemente más delgada que las últimas épocas. Un impactante cambio físico y los fans con los ojos como platos:

Amaia Montero "En este país, engordar es lo peor que puedes hacer". Su físico es mucho menos importante que fallar en un concierto:"Todo falló. Yo no oía la batería. Empezamos a intentar arreglarlo sobre la marcha y cada cosa que hacíamos generaba un problema nuevo. Y las condiciones eran malas: estábamos bajo una lona, llovía. Tiré, tiré y tiré hasta que ya fue insostenible. Y me equivoqué". Grande, no grandiosa. Tiene la mejor letra de una solista femenina: "Eras la reina del pop, una diva sin nombre, un montón de ilusión, eres facturas y alcohol, una foto borrosa, una flor sin olor". Diva no. Divina.