Las últimas semanas, la vida de Makoke está siendo de todo menos plácida. Su divorcio público con Kiko Matamoros ante toda España está sacando, como era de esperar, todos los trapos sucios. Como todo ex-matrimonio televisivo bajo el paraguas de Telecinco, los puñales van y vienen delante de las cámaras. Hace unos días, con él apareciendo en el Sálvame después de que su ex le ha denunciado por amenazas en un juzgado de violencia de género, donde Makoke dijo cosas como "Sostiene haber recibido insultos y faltas de respeto, además de mensajes amenazadores en su móvil que ha presentado como prueba. Ha trasladado a la jueza el temor que le despierta Kiko".
Mientras tanto el tema sigue su curso en los juzgados, la televisiva empresaria ha hecho un par de publicaciones en las redes sociales que son toda una declaración de intenciones. Por una parte, con un texto profundo donde dice cosas como que no nos tenemos que dejar vencer "por laso preocupaciones y los fracasos", y que "cada vez que me toca sufrir, crezco como persona".
Makoke ha crecido, no sólo a nivel interior, con todos los golpes que le ha dado la vida, sino, evidentemente, a nivel físico. En un Stories, muestra cómo era ella misma con sólo 13 años, con el pelo corto, muy diferente de la larga melena a la que nos tiene acostumbrados, y con unos rasgos que avistan a la mujer que es ahora. Juzguen si también con semblanzas con su hija Anita:
Justo después de publicar la foto inédita, la tercera prueba que demuestra que a pesar del revuelo judicial con Matamoros, no pierde las buenas costumbres de estar relajada y tranquila: un masaje en las piernas y todo a punto.