Aaaayyy cuánto ha dolido la decisión del TJUE sobre la inmunidad de Junqueras. Aaaayyy cuánto ha dolido ver a Carles Puigdemont y Toni Comín en el Parlamento de Bruselas. Aaaayyy cuánto ha dolido la galleta con la mano abierta de la justicia europea a la española... Los Marchenas y compañía han quedado más en entredicho que nunca. ¿¿¿Independencia judicial en España??? ¡¡Ja!! "Eso no se lo cree nadie", como bien dijo Pilar Rahola en Todo es mentira.
La escritora pintó la cara al exjefe de opinión del ABC, Jaime González, en Todo es mentira, aunque en el mismo programa intentaran poner en boca suya cosas que no había dicho. La herida en el unionismo todavía escuece, y las palabras de Rahola cantándoles las cuarenta eran recibidas como sal. Rahola ajusta cuentas con el juez del Supremo que ahora está escondidito en su casa ("Marchena, Junqueras tenía inmunidad cuando lo condenásteis y lo sabíais"), o con el rey Felipe ("Ahora llega ese momento dulce en que Felipe VI dice que hay que acatar a la justicia"), que se llena la boca con respetar las decisiones judiciales y bla, bla, bla, y que ahora calla y esconde la cabeza bajo tierra.
Pero que el monarca se ponga cómodo, que la escritora no ha hecho más que empezar con él. Quizás Felipe está encerrado en su despacho de Zarzuela rabiando en la intimidad. O quizás está preparando el discursito para Nochebuena, su MOMENTO, el día que su razón de ser cobra sentido (debe pensar él), la noche donde se sienta ante los españoles y empieza a hablar cuando alguien le da cuerda, para soltar palabras vacías, retrógradas y desfasadas, la mayoría a veces, o incendiarias, abyectas e irresponsables, en otras, como el 3 de octubre de hace dos años. Para que el rey vaya tomando apuntes de qué decir el martes, Rahola le ha dado una idea: "Hola Felipe VI, mira qué bonito. Material para tu discurso", y adjunta una foto:
Sublime. El TJUE ya ha llevado un regalo de reyes por adelantado con su decisión. Esperamos que el otro 'rey' se regale a sí mismo un poco de dignidad a la hora de pronunciar su discurso. Pero no confiamos demasiado.