Estos días que parece que el único jugador del Barça sea Gerard Piqué, todavía hay veteranos, sin rango de capitán pero con galones, que llegan al corazón de los culés y de los barceloneses. Es el caso del portero, Marc André Ter Stegen. A los 30 años es uno de los mejores del mundo y tiene más arraigo en Barcelona que muchos de la Masia.
Su carácter alemán casa a la perfección con una ciudad tan objetivamente perfecta, habitable y guapa como Barcelona. Aparte de su mansión en Castelldefels, como tantos otros futbolistas, tiene alguna cosa en el barrio de Gràcia ya que colgó una foto en la calle Sèneca donde dice que aquello es su vecindario:
Este mediodía del viernes, una fuente de EN Blau ha encontrado al portero bajando por la calle Muntaner y girando por Diputación para llegar a una tienda de venta de bicicletas en el Pasaje Valeri Serra, justo antes de la calle Casanova. Iba con su triciclo eléctrico de adulto con dos ruedas delanteras y caja para llevar a su hijo Ben, que ya tiene 3 años, bien ligado. La foto es una exclusiva de EN Blau:
Un conductor ha regalado la fotografía a EN Blau después de viajar toda la calle Muntaner dentro de un coche con Ter Stegen al lado desplazándose pedaleando por el carril bus, y a Diputación ha girado. Han coincidido en la salida de la tienda de bicicletas Central Bike Barcelona, situada en el pasaje Valeri Serra. El triciclo con el que se ha visto a Ter Stegen es de una prestigiosa marca danesa, Butchers and Bycicles y vale 7.000 euros. Una preciosidad:
No es la primera vez que el alemán se desplaza en triciclo o patinete eléctrico por Gràcia:
Hace un tiempo se pudo ver un alto y rubio corriendo que se las pelaba ante el antiguo Mercado del Abaceria, ahora destruido, y era él. En pleno corazón de Graàia. Por contrato tiene prohibido actividades que lo puedan lesionar, como esquiar, ir en moto o patinar. En un vídeo el patinador pasa y según el autor de la imagen, Ter Stegen venía de "comprar el pan". Un portero sobre ruedas. Como el Barça, que va sobre ruedas.
Marc André Ter Stegen en el metro
La pasión del portero culé es compartida con su mujer, Dani, y lo está transmitiendo al verdadero rey de la casa, el pequeño Ben. La criatura, a la que hemos visto crecer, no tiene ni tres años pero puede presumir de ser un gran barcelonés como el resto de la familia. Va en el ADN. Del metro a la Vila de Gràcia, uno de los barrios favoritos del padre, recorriendo sus calles subido a los hombros de Marc. Una imagen preciosa, de comunión padre-hijo absoluta. Barcelona les sienta muy bien, y ellos hacen de la capital una ciudad mejor. Los fans aplauden igual que lo harían en el campo.