En los años 90, los adolescentes (y los que no lo eran tanto) españoles crecieron hipnotizados por unos chicos y chicas vestidos con bañador rojo que en teoría, salvaban gente de morir ahogada. Los vigilantes de la playa o el arte de poner calientes a los espectadores a cámara lenta. Pulsiones eróticas en slow motion mientras veíamos cómo corrían hacia el agua con el salvavidas a punto.
Los buques insignia de la mítica serie que aquí se vio por Telecinco y que originariamente llevaba el nombre de Baywatch eran Mitch Buchannon (o David Hasselhoff cambiando las chupas horteras de El coche fantástico por los pelos en el pecho en un torso bronceado), Casej Jean Parker o CJ (la exhuberancia hecha mujer, con Pamela Anderson, antes de que prefiriera el color de la estelada al rojo España de su bañador), Shauni McKlein (Erika Eleniak) o Matt Brody (David Charvet). Eso en una primera época. En una segunda fase, la 'morena' oficial de las playas de Santa Mónica era Caroline Holden. Le daba vida la actriz Yasmine Bleeth.
Pero de ser una de las actrices de televisión más famosas de su época, de ser considerada una de las mujeres más bellas del mundo según la revista People, al declive absoluto. Falta de proyectos con cara y ojos, una carrera interpretativa a la baja y sobre todo, problemas con las drogas. Una combinación de la que era difícil salvarse, por muy vigilanta de la playa que fuera. Especialmente dramática fue su adicción a la cocaína. Ingresó en un centro de rehabilitación después de sufrir un accidente de tráfico por haber consumido. Era el año 2001.
"La coca se convirtió en mi chico, mi mejor amigo... consumía varias veces al día y podía pasarme varias noches sin dormir". Después de aquello, ha intentado levantar cabeza. No como actriz, sin embargo. Estos días, en los Estados Unidos el gran público se ha quedado boquiabierto con unas imágenes que se han visto de ella por las calles de Los Ángeles donde ya no vigila la playa sino a su perro. Bleeth tiene ahora 51 años, y aparece absolutamente irreconocible, y no sólo por llevar un vestido con dibujos y una sudadera negra en lugar del mítico bañador rojo.
Los vigilantes de la playa, la serie de la cámara lenta. La vida, sin embargo, a veces nos pasa por encima demasiado rápido.