Jordi Cruz y Rebecca Lima ya son marido y mujer. Se han casado este sábado 24 de agosto, día del primer aniversario de su hijo Noah. Un buen truco para no olvidarse del día de tu boda y que tu pareja no te reproche la desidia al cabo de los años: hacerlo coincidir con el cumpleaños de tu primogénito. Bien jugado, original y bonito. Noah difícilmente pudo disfrutar de una fiesta que empezó por la noche, cuando el niño ya duerme. Los padres escogieron un rincón precioso de Catalunya, El Convent de Blanes, donde se celebran bodas de lujo con pocos invitados, 180. Una tercera parte venían del Brasil, país de origen de la novia, así que Jordi Cruz pudo invitar a amigos íntimos, familiares, personas próximas de sus restaurantes y a la cúpula de la productora de Masterchef. Lo más interesante de la lista de invitados es que Cruz tuvo que tomar una decisión: qué hacer con la larguísima lista de concursantes de Masterchef Celebrity: invitarlos o no. Descartado que invitara a algún concursante de Masterchef de anónimos. Era una fiesta solo para VIPS.
Los dos famosos de quien nadie dudaba su presencia eran los otros miembros del jurado, los jueces de Masterchef Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera. En cambio, Jordi Cruz no invitó a la presentadora del concurso que los dejaste plantados para fichar por Antena 3, Eva González. De la enorme lista de todas las ediciones del show de cocina para famosos fueron solo los que acabaron teniendo algún tipo de buena relación con el chef. La lista es corta con relación a los 115 famosos que han concursado en las ocho ediciones celebradas. Curiosidad para los fans del programa: de los ocho ganadores solo hay ido uno: la nadadora, Ona Carbonell, vencedora de la tercera edición, la de 2018.
El concurso ha tenido a VIPS de todo tipo pero los más recordados son los ganadores o los más polémicos, desde la enemiga pública número 1 del formato, Patricia Conde, a la difunta Verónica Forqué. Las dos representan la cara oscura de un negocio millonario: exagerar los conflictos y llevar los famosos al límite para conseguir tensión y mejorar la audiencia del show televisivo. Por razones obvias, no fue ninguno de los concursantes hostiles. Era una boda para famosos simpáticos, los que salen habitualmente en la revista Hola, la que con total seguridad habrá comprado la exclusiva de la boda. EN Blau solo puede publicar fotos de los VIPS saliendo de los taxis o de los coches de alta gama a la entrada del Convento, empezando por el que cocinaba la cena, el chef Nandu Juvany, que se le quemaban los fogones y saludó sin salir del coche:
Los VIPS de Masterchef Celebrity fueron cuatro gatos mal contados: el instagramer Daniel Illescas, Mario Vaquerizo, Boris Izaguirre y Álvaro Muñoz Escassi bebiendo cerveza a morro, sin copa. Después de sus últimas confesiones sexuales no tuvo manías de amorrarse al pilón. Sorprendió que los invitados no fueran especialmente elegantes, con excepoción de Daniel Illescas. Parecía más un cumpleaños pijo que una boda, quizás por el calor de la Costa Brava en agosto. Pero VIPS, pocos. De 115 concursantes, solo 5. Los escogidos.
Los novios tuvieron un gesto poco elegante. Normalmente en bodas así, los novios aceptan salir en algún momento a la puerta del lugar de celebración para saludar y brindar con los periodistas y que los fotógrafos puedan tener imágenes de la pareja. Eso lo hacen los que no necesitan fama ni dinero, como Andrés Iniesta que hizo el gesto el día de su boda con Anna Ortiz en el castillo de Tamarit. Cruz y Lima no salieron ni por una ventana. No hay una sola imagen de los novios, tampoco en su Instagram ni en el de ninguno de los invitados. Prohibidas las fotos, la exclusiva está vendida. Viva los novios (de pago).