Marc Giró es la gran esperanza blanca de TV3 para recuperar la audiencia en su franja más abandonada: el late night. El desastre fue apostar por recuperar este formado con Zona Franca, un invento presentado primero por Joel Díaz, dimitido. Después con un casting interminable y candidatos autoexcluidos, como Isma Juárez, o excluidos por TV3, como Elisenda Pineda. Y finalmente el gesto desesperado de fichar una crypto bro despedida de Movistar, Danae Boronat, que acabó de hundir el programa. No es el formato, que sigue bien vivo, como demuestra cada martes por la noche Marc Giró en otra gran cadena generalista: La 1. Su Late Show se ha ido de La 2 a La 1 y podría acabar perfectamente en TV3, donde lo necesitan más que Giró a la cadena de la Generalitat. Supondría un soplo de aire fresco mil veces más atrevido, iconoclasta y valiente que Joel Díaz y su corte. Marc Giró podría formar parte de la más que segura temporada del programa de TV3 que muestra las casas de los famosos. Y como otro presentador gay de TV3, Bob Pop, mostrar el piso y el marido: Santi Villas. De momento hay fotos preciosas del piso donde viven.

Marc Giró y Santi Villas se enamoraron haciendo, precisamente un late night: Las 1000 y una de Jordi González en TV3. Han aprendido del mejor. Desde entonces quien había hecho más tele era Villas, pero ahora la estrella es Giró, el codiciado. Parecía que su huida a presentar las tardes de TVE provocaría un fichaje estelar de RAC1: Juliana Canet. Era el nombre que la emisora de Godó quería para sustituir aGiró si se acababa yendo. Pero Canet seguirá en Catalunya Ràdio y Giró ha perdido el tren de La familia de la tele, el show de tardes que presentará María Patiño. Marc Giró de momento seguirá viviendo en Barcelona haciendo el Late Xou y si TV3 lo quiere tendrá que mover ficha. El director y socio de Giró en la productora es Villas. Casados, sin hijos, con dos perros (Terry y Leo) y un piso precioso en el Eixample de Barcelona:

El Instagram de Marc Giró, con 350 mil followers, es un anuncio de TVE, mostrando los invitados del programa y poca cosa más. En cambio, el Instagram de Santi Villas con solo 3661 followers es una joya íntima, donde muestra los perros y el piso donde viven, aparte de los caballos del Club de Polo del cual son socios. Santi tiene un 1% de los followers de su marido, que acapara los focos. Villas los rehúye, no solo por sus problemas de visión que lo obligan a visitar el Instituto Oftalmológico Barraquer, sino porque como buen productor sabe quién es la estrella: Giró.