El gran triunfador de la noche eurovisiva ha sido, sin duda, el espontáneo que ha irrumpido en la actuación del reino Unido y que ha generado un auténtico descalabro en Twitter sobre si ha dicho las palabras 'Puigdemont freedom' o no.
Porque el paso de Alfred y Amaia ha sido un fracaso absoluto. Con una de las peores clasificaciones de la historia, la 23ª posición, con sólo 61 puntos. Tu canción quizás es suya, pero no de Europa, que la ha escuchado como quién oye llover.
Ni han convencido, ni han seducido ni a jurado ni a espectadores. Sólo a sus compañeros de Operación Triunfo', y para de contar. Quizás por eso ponían esta cara la parejita...
El único país que le ha dado a Alfred y Amaia una puntuación digna ha sido Rumania, un país con bastante comunidad viviendo en diferentes ciudades españolas, que le ha dado diez puntos:
El resto de países, o directamente le han dado los cero points o las migajas: un punto Irlanda, Bélgica y el Reino Unido, dos Noruega o seis Dinamarca. Ningún país le ha dado los 12 puntos. Eso con respecto a los jurados. Porque lo más vergonzoso ha sido cuando han dado paso al televoto, a los votos emitidos por los espectadores europeos. En esta votación, España ha sido el tercer país menos votado, sólo por encima de Australia, que ni son europeos, y Portugal, que ya ganó el año pasado con Salvador Sobral y era lógico que la gente no quisiera que repitiera. La red también ha emitido su veredicto y se ha ensañado:
España, en Europa, no vende. Como mínimo, cantando. Quien se ha llevado el triunfo final ha sido Netta, la cantante de Israel, que antes de ganar ha protagonizado el porrazo más espectacular de la noche:
La victoria, sin embargo, habrá valido la pena.