Fran y Cayetano Rivera siempre se han mantenido unidos, aunque se han desvinculado de sus hermanastros. En más de una ocasión han tenido rifirrafes con Kiko Rivera por la herencia de Paquirri, pero a quien han olvidado por completo es a Julián Contreras, quien parece la oveja negra de la familia.

Julián Contreras atraviesa uno de sus momentos más complicados. Desde hace años hace maravillas para poder llegar a fin de mes. A día de hoy, no atraviesa un buen momento económico y se ha atrevido a pedir ayuda a sus seguidores para hacer frente a una importante deuda.

El hijo de Carmina Ordoñez está preocupado por el estado de salud de su gato Elliot. El animal debe pasar por quirófano y Julián no tiene el suficiente dinero para hacer frente a la operación. Por este motivo, sin ningún tipo de vergüenza, ha pedido dinero a sus seguidores. "Hola a todos, espero que estéis bien. Dudo que haya alguien aquí que no sepa quién es Elliot, mi gato que amo con locura y está malito. Me queda por delante un proceso complicado y una cirugía compleja", explica en un vídeo.

Julián Contreras pide ayuda para salvar a su gato 

“No tengo ningún tipo de problema no solo en contaros esto, sino también pediros ayuda. Tengo diferentes maneras para quienes quieran colaborar y ayudarme en este sentido. Estaré enormemente agradecido. Podéis escribirme y yo os informo con todo lo que queráis saber. Que sepáis que vuestro apoyo y vuestro cariño es igualmente importante", añade. 

El hermano de Francisco y Cayetano lleva un tiempo retirado de la televisión, y aunque ha tenido diferentes trabajos, ahora mismo está volcado en su faceta como Youtuber. "Yo ya he desistido de la televisión y he entendido que ahí no voy a tener ninguna oportunidad, porque en la tele hay unos intereses que evidentemente pesan más. Yo podría ir todas las semanas si quisiera pero lo que me proponen no es lo que me gusta y no es lo que yo quiero", declaró en una entrevista a finales de año.

Hace unos meses ya concedió una entrevista a ABC donde dedicaba unas bonitas palabras a su mascota. “A Elliot le considero como si fuera mi hijo. Hay quien se puede ofender por decir esto de un animal, pero el problema es de ellos, lo digo como lo siento”. Algo que también siente su padre Julián: “Es como si fuera su nieto. Cuando llega a casa, su prioridad es verle y si le compramos un juguete le gusta dárselo. Ha debido asumir que por mi parte no va a ver una descendencia”.