Quizás pequemos de ingenuos y hemos recibido lo que nos merecíamos. Este año 'Espejo Público' ha ascendido al torero facha Francisco Rivera de colaborador a entrevistador, sometiendo a la audiencia a una tortura insufrible cada vez que se emite un capítulo de "Rivera y amigos". Ya se pueden imaginar el nivel de contenidos, invitados y destreza periodística del personaje, pero esta semana tenía una gran oportunidad para ofrecer algo mínimamente relevante: el invitado no era sólo un amigo, si no su hermano Cayetano. La flor y la nata del maltrato animal y la exaltación patriotera cara a cara, con un tema muy caliente sobre la mesa: la herencia del padre Paquirri, origen del conflicto entre la viuda Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera. Muy goloso, y muy decepcionante.
Los dos Rivera, frutos del matrimonio del torero con Carmina Ordóñez, reclaman desde hace años una serie de objetos del padre a la tonadillera, que arrambló con todo lo que pudo al morir Paquirri y se niega rotundamente a entregarles nada. Que si le robaron, que si "no me va bien", que si una cosa o la otra... el caso es que seguían esperando sin demasiadas esperanzas, hasta que Kiko "descubrió" los efectos en disputa en una habitación de Cantora y empezó la guerra mediática con su madre. Los tres a una contra la Pantoja, con abogados y demandas por medio. La cosa se ha enfriado, eso sí, porque ni unos son tan buenos, ni los otros tan malos. En vez de aprovechar la oportunidad, apretar a la cantante y marcarle un gol a T5, han pasado de puntillas con frases vacías como "no hay nada sobre ese tema que no sepamos los dos". Fantástico. El tipo todavía no se ha dado cuenta de que no hace la entrevista para él, si no que se dirige al público. Pero claro, como que no se paga aparte, seguro que se lo guarda por si en el futuro lo puede rentabilizar. El amor, en determinadas familias, es así. Lo único que ha valido la pena, la frase hundiendo a Isabel Pantoja: "los delitos pueden prescribir, pero la maldad no"
Propósito para 2021: no volver a caer como pardillos en la trampa de Rivera y compañía.