Los espectadores de TV3 apasionados por el motor están de duelo, televisivamente hablando, claro está. Porque a partir de ahora, una de las caras más queridas y reconocidas de la información deportiva relacionada con carreras de coches y motos, dice adiós. Después de muchos años, después, incluso, de crear el mítico Motor a fons hace 33 años, cuelga las botas. O en su caso, cuelga los neumáticos.
Francesc Rosés, uno de los periodistas y presentadores más icónicos de la parrilla de TV3, alma de las retransmisiones de carreras de Fórmula 1, cuando la casa tenía los derechos, una de las caras más queridas de los paddocks:
El último Motor a fons de la temporada acabó de manera descomunal, con el adelantamiento en la última vuelta en el gran premio de Abu Dhabi que le daba el título, el primero de su carrera, de campeón del mundo a Max Verstappen por delante de Lewis Hamilton.
Pero no fue especial por eso, como dijeron sus compañeros de plató. "Es especial porque es el último como trabajador de TV3 de quien me acompaña aquí, del mito, Francesc Rosés. Esto es tu casa. Esperamos que estés muchas más veces aquí, ya no como trabajador, sino como invitado".
Según dijeron, le harán un homenaje "como Dios manda", después del Dakkar. "Darte las gracias por todo lo que hemos aprendido de ti. Fórmula 1 y Francesc Rosés es sinónimo". Rosés, emocionado, manifestaba estar "muy contento porque este programa lo empezamos a hacer hace 33 años y continúa en antena. Eso me satisface".
También le gustó mucho el detalle que tuvieron con él sus compañeros, que sabiendo cómo es de amante de la ópera, le pusieron una de fondo, de Wagner: "¿La reconoces"?. Y Rosés, sobrepasado por el afecto: ¡"Hombre! Es que no me lo esperaba esto". No fue la única sorpresa: ¿"Y esta imagen que tienes aquí detrás tuyo? Esta quizás tampoco te la esperabas. Es una de tus primeras veces en TV3". Año 1984. 9 de septiembre. Gran Premio de Monza, en Italia. Y Rosés, un poco más Garfunkel de cómo es ahora:
"Uno de mis hijos, debe ser", responde él simpático. Nacido en Girona el año 1952, después de trabajar en TVE fue a parar a una TV3 donde se ha estado media vida, desde el año 84, y donde cuatro años más tarde, el año 1988, creó el mítico Motor a fons que ha dejado ahora después de 33 años de emisión.
Formó parte del equipo de retransmisiones deportivas de la Fórmula 1 durante diecinueve años y es considerado el periodista catalán que ha cubierto mayores premios de la F1. Los espectadores de TV3 lo echaremos mucho de menos. El motor no será lo mismo sin sus comentarios y sin su bondad.