Ahora muchos se suben al carro, pero el pasado verano, más de un culé quería vender a Frenkie de Jong al Manchester United y sacar algo de dinero por el holandés. Afortunadamente, quien sea (Xavi, la directiva, él mismo, quien fuera) detuvo el traspaso al club inglés y el mediocampista siguió vistiendo la camiseta azulgrana. Menos mal que no se marchó. Porque el número 21 del Barça es uno de los jugadores más descomunales del vestuario. Pieza imprescindible para su técnico, De Jong está, probablemente, en el mejor momento de su carrera desde que fichó por el club azulgrana.
Lleva ya unos cuantos partidos de traca, poniéndose el equipo a la espalda, y multiplicándose a la hora de construir juego y de marcar el tempo de los partidos, ahora que su compañero en el centro del campo, Pedri, está lesionado. Últimamente es un espectáculo verlo por el césped, con sus cambios de ritmo, su control y sus pases. Un jugador que parece que vaya con smóquing en lugar de con camiseta y pantalones cortos. Un futbolista descomunal. Servidor es fan de De Jong desde que llegó, pero ahora nadie, ni los más predispuestos en verano, se lo vendería ni en pintura.
De Jong se quería quedar en el Barça... y en Catalunya. Enamorado de nuestra tierra desde que llegó de Amsterdam, no para de descubrir rincones preciosos de país. Él y su pareja, Mikky Kiemeney, a la que pueden, a la que tienen un hueco, no lo dudan ni un instante: carretera y manta y a ver lugares idílicos donde reforzar todavía más su amor incondicional. La parejita se adora, y las respectivas redes sociales dan fe una y otra vez con imágenes preciosas cuando visitan algún lugar. Barcelona ya se la han paseado toda, de arriba abajo, del derecho y del revés. Y Catalunya, van camino. Ahora han estado en uno de los lugares más impresionantes (sino el que más) de nuestra geografía. Y no han ido solos. Les ha acompañado su querido perrito, que siempre viaja con ellos.
Frenkie y Mikky han subido para arriba y han llegado hasta el pueblo más bonito, no ya de Catalunya, sino del mundo entero: Cadaqués. Allí, encima de la arena, al lado de una de las emblemáticas barquitas que se encuentran, y con el skyline de fondo lleno de casitas blancas y aquellas calles únicas, han enamorado todavía más a sus seguidores. Una escapada antes de jugar el Clásico contra el Madrid. Por cierto, fíjense en el nombre que tiene la barquita que sale en las imágenes: Aldebarán. ¿Saben qué es? La estrella más brillante de la constelación de Tauro. ¿Saben qué signo del zodíaco es De Jong? Bingo. Nacido el 12 de mayo, es un tauro de cabo a rabo. El tauro más brillante de la constelación del fútbol.
Frenkie y Mikky, maravillosos. Ahora, De Jong se ha quedado en Barcelona recuperándose de una lesión. Tenía que ir concentrado con la selección orange, pero finalmente se quedará en casa para ponerse a punto para los próximos compromisos con el Barça, la Liga y la vuelta de semis de Copa contra el Real Madrid. Seguro, sin embargo, que a la que esté recuperado y tenga algún día libre, lo volveremos a ver visitando algún otro rincón precioso de los muchos que tenemos en Catalunya. ¿Alguna recomendación?