Joan Laporta y la cúpula del Barça las están pasando canutas. La salud económica del club es tan delicada que la gestión es digna del mejor cirujano. El trabajo es doble: que los números de todas las secciones cuadren y hacer equipos campeones. Milagros, vaya. Este año hemos visto unos cuantos, y con valor añadido: campañas, persecuciones, intoxicación... Este es el día a día azulgrana, un reto tras otro. Tantos esfuerzos, evidentemente, suponen sacrificios. Algunos absolutamente desgarradores, como perder a jugadores estrella porque, sencillamente, son inasumibles para la tesorería. Piensen en Nikola Mirotic en el baloncesto, o en el runrún que venimos oyendo desde el verano pasado: la venta del holandés Frenkie De Jong.
El centrocampista es uno de esos jugadores que ha nacido para jugar en el Barça. Llegó en verano de 2019 tras aquellas exhibiciones contra el Real Madrid con el Ajax. Era el sueño de cualquier culé. Josep Maria Bartomeu lo fichó por una morterada y le ofreció un contrato marca de la casa: las cifras aumentaban de manera exponencial cada temporada. Daba igual. Nadie se preocupaba por el futuro, especialmente la junta. La hipoteca ha sido tan bestia, con el añadido de la pandemia y todo lo que supuso, que decir que la entidad ha estado en la UCI es quedarse corto. Estaba muerto. Laporta lo ha reanimado, pero el abismo está siempre ahí. Hay necesidades urgentes, y ante la negativa de aquellos que no quieren colaborar hay que plantear salidas dolorosas. La de De Jong está sobre la mesa. El año pasado era el United, ahora el City de Guardiola. Manchester is calling. Él, sin embargo, no quiere marcharse. Es feliz en Barcelona. Él y Mikky, su mujer.
Frenkie y Mikky hacen un anuncio durante sus vacaciones que hace llorar
La integración de la pareja en Catalunya ha sido absoluta. Jóvenes, entusiastas, felices. Implicados. Esto rezuma en cada movimiento, cada gesto, cada palabra. No llegaron a Barcelona de paso, el suyo es un proyecto a largo plazo. Por eso no se plantean ninguna salida, con un añadido: aquí hay cosas que nunca encontrará en Inglaterra. El sol, la playa, el mar, el buen tiempo. Frenkie y Mikky, solo hay que echar una ojeada a sus redes sociales, son fans. Cuando| llega el verano y la hora de las vacaciones, no lo duden: los encontrarán en alguna playa paradisiaca, bronceándose, refrescándose, jugando, riendo y disfrutando al máximo. También besándose e incluso llorando, como es el caso de que nos ocupa. La pareja acaba de hacer un anuncio en el que no hacen falta las palabras. Sí, sin embargo, los pañuelos.
Mikky, embarazada de su primer hijo. Frenkie, exultante
Los holandeses aterrizaron siendo dos, pero pronto serán 3. Hay una criatura en camino, Mikky está embarazada. Ha llegado el momento y se estrenan en la aventura de traer a alguien al mundo, qué alegría. Ambos han compartido un vídeo emotivísimo en el que vemos la barriga de la madre y la algarabía de los dos, mientras se oye una canción muy bien parida, nunca mejor dicho: 'Slow Bump', de Ed Sheeran. Un pequeño latido está viniendo,y esperamos que venga sano y que sea catalán. Somos fans de Frenkie y de la Mikky, no nos escondemos.
Felicidades, pareja.