El próximo lunes 4 de julio empieza la pretemporada del Barça. Ya veremos qué jugadores estarán en la Ciudad Deportiva azulgrana para ponerse a las órdenes de Xavi Hernández de cara a una temporada donde los culés esperamos que vuelva el buen juego y los títulos que este año no hemos podido disfrutar. De momento, el técnico de Terrassa les ha concedido unos días más a algunos de los jugadores con los cuales no cuenta, como Mingueza, Riqui Puig o Martin Braithwaite. Muchos otros, que disputaron partidos de selecciones cuando acabó la Liga, también llegarán unos días más tarde. De nuevos fichajes tampoco sabemos si ya habrá dinero para ficharlos después de que se apliquen las palancas, palabra de moda los últimos tiempos, o si podrán ser inscritos hasta que no se aligere la masa salarial. Y para hacerlo, como se suele decir, antes de entrar, dejen salir. O lo que es lo mismo, antes de fichar, muchos jugadores tendrían que hacer las maletas.
Un nombre destaca por encima del resto para hacer caja. Un jugador joven y talentoso que todavía tiene mucho cartel en Europa para hacerle venir a algún equipo poderoso ganas de ficharlo y pagar una pasta que iría de maravilla para las debilitadas arcas del club azulgrana. Un futbolista por el cual el Barça podría cobrar unos 80 millones que irían de fábula en tiempo de crisis y de recuperación económica: Frenkie de Jong. El holandés, en las temporadas que lleva como azulgrana, no ha acabado de estallar como todos esperábamos de él. El centrocampista, de una clase indiscutible, no ha demostrado todavía lo que algunos pensamos que podría demostrar, entre ellos, un Xavi Hernández que vería con buenos ojos que se quedara bajo sus órdenes. Ajeno a todo lo que se está diciendo de su venta, y manifestando una y otra vez que no quiere marcharse, ni siquiera al Manchester United que ahora entrenará Erik Ten Haag, que ya lo tuvo a sus órdenes en el Ajax, De Jong está pasando unos días de vacaciones con su pareja, Mikky Kiemeney.
Juntos han ido a la otra parte del Atlántico, y no han parado. El exclusivísimo resort de lujo en medio del Grand Canyon, Amangiri, en Las Vegas, en Los Ángeles, en el Zion National Park, en Antelope Canyon o en Los Cabos, Mèxico. Y en una de sus múltiples paradas, el jugador ha puesto la carne de gallina y ha emocionado de mala manera a su novia. Planeado desde que salieron de Barcelona, seguro que llevaba días dándole vueltas a la cabeza sobre la manera como podría sorprender a Mikky para hacer lo que tenía pensado hacer desde hace tiempo: pedirle que se casara con él. Y finalmente, en un lugar maravilloso, rodeado de montañas y un paisaje de película, el holandés se ha arrodillado y le ha mostrado a su enamorada el cajetín con el anillo de prometida, pidiéndole en matrimonio. "No puedo esperar a pasarme el resto de nuestras vidas juntos... Ha dicho que sí", escribe Frenkie de Jong con una publicación que ha deshecho a la red. La imagen lo dice todo, Mikky, emocionada y con las manos en la cara, incapaz de contener las lágrimas:
Felicidades a la pareja. Y ahora, a ver si la luna de miel ya como marido y mujer la pasan siendo él todavía jugador del Barça o vistiendo ya otra camiseta.