Cristina Serra ha sustituido a Clara Chía como la catalana más buscada de Barcelona. El Barça crea iconos mundiales. Después de la separación de Gerard Piqué y Shakira, con Clara Chía de fotografía codiciada por toda la prensa, llega la nueva víctima de los flashes de los paparazzi: Cristina Serra. El otro icono catalán culé, Pep Guardiola, se separa, y su ex, Cristina Serra, baja todos los días de su casa en Pedralbes a su tienda de moda en el Eixample, Serra Claret. Una preciosa boutique en la zona noble de la calle Provença, entre rambla Catalunya y paseo de Gràcia. La prensa rosa ha hecho guardia frente a la tienda y finalmente ha aparecido Cristina Serra, como siempre, elegante, impecable y sin una palabra más alta que la otra. Preguntada por su crisis conyugal, si fue ella quien pidió el divorcio, ha sido contundente.
Cristina Serra ha respondido a las preguntas en castellano del paparazzi en un correcto catalán: "Perfecte, gràcies. Tot bé. No tinc res a dir i no diré res". (Perfecto, gracias. Todo bien. No tengo nada que decir y no diré nada). Por si quedaba alguna duda sobre quién está filtrando a la prensa los detalles de la separación, queda claro que no es Cristina Serra, visiblemente molesta e incómoda al ser protagonista y objeto de la prensa rosa. La mujer de Pep Guardiola ha sido siempre un prodigio de discreción y no ha concedido una sola entrevista nunca, ni cuando era WAG, mujer de futbolista, ni cuando ha sido mujer del entrenador del Barça, ni después como mujer del entrenador de los otros grandes de Europa. Ni se ha aprovechado para lucir en el Instagram de la tienda fotos de la familia. Nada. Serra es el paradigma de la pubilla catalana que no quiere follón. Fenomenal. Pero el follón la perseguirá unos días, hasta que aparezca otra noticia. Como Clara Chía, que ya no aparece en las revistas. Todo pasa. Ahora toca aguantar.
Según han confesado las autoras de la exclusiva de la ruptura matrimonial, sus fuentes están en Manchester. Ha sido el entorno de Pep Guardiola en la ciudad inglesa el que ha explicado, punto por punto, cómo ha vivido la separación. Primero, dando por sentado que Guardiola no renovaba con el equipo y regresaba a Barcelona, obligando a todo el entorno profesional de Pep, desde Manel Estiarte al resto del staff técnico, a hacer las maletas. Y de repente, en octubre, contemplan una crisis de pareja que hace pensar a algunos de los íntimos de Pep que se ha separado. Según la prensa inglesa, es en octubre cuando Pep y Cristina tienen una agria discusión en Barcelona y en noviembre Pep firma la renovación hasta 2027 con el City, contra el criterio de su mujer, que daba por sentado el final de su vida a distancia. Se compraron una mansión enorme en Pedralbes hace cuatro años, con la idea de volver a vivir juntos en Barcelona. Ya no podrá ser. La casa de Font del Lleó nunca será un hogar familiar de pareja. Aunque el entorno de Guardiola filtra a Laura Fa y Lorena Vázquez que Pep no da por acabado el matrimonio, el divorcio no se ha firmado, y que buscará la reconciliación cuando acabe su carrera en el City, en 2027. Cristina Serra ha dicho que no espera y que prefiere vivir como una mujer libre y soltera. Elegante, sofisticada y discreta. La estrella de la pareja es Cristina Serra.