Antes de convertirse en una estrella de la música urbana, Juan Luis Londoño Arias, más conocido internacionalmente como Maluma, tenía otro sueño: convertirse en futbolista profesional. A pesar de que la vida lo condujo por una ruta diferente, su pasión por el fútbol y las lecciones que este deporte le impartió fueron esenciales para formar al artista que conocemos en la actualidad.
De los campos al estudio
Maluma, originario de Medellín, se desarrolló en medio de una cultura de fútbol que lo motivó a seguir una carrera en este deporte. Desde su infancia, se incorporó a escuelas de fútbol y sobresalió por su compromiso y habilidad. Durante las prácticas, compartió campo con personalidades que posteriormente lograrían fama en el fútbol profesional, como Juan Fernando Quintero, uno de sus amigos más cercanos.
Inspirado por ídolos como Maradona y Messi, anhelaba vestir la camiseta de un equipo de gran renombre y representar a Colombia en los escenarios globales. No obstante, el destino tenía otras intenciones. Un día, motivado por su interés y con el respaldo de un amigo, Maluma ingresó por vez primera a un estudio de grabación. En ese lugar, registró una melodía y, justo en ese momento, algo transformó su corazón. “Después de grabar mi primera canción, supe que la música era lo que quería hacer por el resto de mi vida”, confesó Maluma en una entrevista. Por ese motivo, decidió colgar los botines y se enfocó en edificar una trayectoria artística. Para él, fue una elección muy arriesgada, pero su entusiasmo por la música y su resolución lo impulsaron a realizar ese salto de fe.
La lección del fútbol que forjó a Maluma en la música
A pesar de que abandonó el fútbol, las lecciones de este deporte se transformaron en elementos esenciales para su existencia. Maluma ha señalado repetidamente que su disciplina, tenacidad y habilidad para colaborar en equipo son el producto de años de dedicación en las canchas. Estos mismos principios los implementó al comenzar su trayectoria musical, lidiando con la incertidumbre y rivalizando en un sector sumamente riguroso. "Sin el fútbol, no existiría Maluma", publicó en sus redes sociales mientras observaba un encuentro de la Liga de Campeones. Este reconocimiento a sus orígenes deportivos demuestra que el fútbol no solo le proporcionó disciplina, sino también un enfoque competitivo que le ha facilitado llegar al triunfo en el ámbito musical.
Hoy en día, Maluma es uno de los músicos latinoamericanos más prestigiosos a nivel global, con logros que lo han impulsado a trabajar en equipo con personalidades como Madonna, Shakira y Ricky Martin. Sin embargo, su impacto no se restringe a la música. Además, ha penetrado en el ámbito de la moda, la cocina y los negocios, estableciéndose como un empresario de múltiples facetas. Pese a sus éxitos, su pasión por el fútbol continúa inalterable. Es habitual verlo alentando a la selección colombiana y recordando con afecto sus jornadas en las canchas.