El 26 de octubre de 2017, día anterior a la proclamación efímera de la República, Puigdemont dudaba si convocar elecciones y cuando algunos filtraron que estaba a punto de dar el paso y poner las urnas para escoger un nuevo Parlament se publicó el tuit más famoso del procés, el del diputado de ERC en Madrid Gabriel Rufián:

En el primer aniversario de aquellas 155 monedas de plata algunos han insistido. El periodista de La Vanguardia Enric Juliana ha hecho su interpretación:

Juliana no es hostil con el independentismo pero Gabriel Rufián ha querido poner los puntos sobre las íes y le ha contestado:

También esclarecedor es el Salvados de Jordi Évole del próximo domingo, donde se pregunta a Rufián por su tuit. Hemos visto El dilema, el documental sobre aquellos días de octubre, que se emitió para los pasajeros de un AVE Barcelona-Madrid del miércoles, como explicó en exclusiva En Blau. Rufián, preguntado por el tuit responde: "Publiqué aquel tuit pasadas las 12 del mediodía, posiblemente fue un error. A lo que me refería era a la oferta de PSOE, PNV y PSC". Por primera vez Rufián niega que se refiriera a Puigdemont como un Judas, un traidor en el independentismo como algunos pretendían hacer creer. Se le malinterpretó y para él los traidores eran los socialistas y los vascos, intermediarios con Rajoy.

La Sexta

Otro entrevistado por Évole, Artur Mas dice en el documental sobre el tuit: "A mí personalmente me dolió mucho. Fue quizás lo que más me dolió, porque fue lo más injusto de todo y lo menos solidario. Se lo hice saber (a Rufián) una vez en Madrid. Con pocas palabras". Nadie pensó que Rufián acusaba de traidores y judas a socialistas y vascos sino a los independentistas que querían elecciones. Juliana lo considera "perverso" y acierta: tuvo un efecto perverso. Siguiendo con metáforas bíblicas, los tuits los carga el diablo.