Batman y Joker, el yin y el yang, indepes y unionistas, TV3 y Antena 3, Gabi y Jordi, Rufián y Cañas. El mundo se divide pero no siempre en dos partes irreconciliables. El diputado de ERC y el exdiputado de Ciudadanos se detestan educadamente en twitter. En Blau ya recogió una muestra: cuando Cañas calificó a Rufián de cocainómano comparándolo con El lobo de Wall Street.

Telecinco / TV3

Lo que twiter ha unido que no lo separe al hombre. Rufián, en plena precampaña electoral, acaba de reconciliarse con el áspero político y tertuliano naranja. ¿La razón? Jordi Cañas indignado con la entrevista de Susanna Griso a Santiago Abascal donde niega a los matrimonios homosexuales un derecho que el Tribunal Constitucional ya ha avalado. Vox reduce el amor de pareja entre dos hombres o dos mujeres a una unión civil "como dos hermanas viudas que se ayudan la una a la otra". Una involución que ofende incluso a sus socios de investidura en Andalucía, Ciudadanos:

Cañas tiene dos amigos gays y ha ido a su boda, uno de los momentos más felices de la vida de la exmano derecha de Albert Rivera. Señala a Abascal y Rufián le agradece el gesto. El auténtico gesto sería que Ciudadanos rechazara a los diputados de Vox para investir a Rivera o Casado presidentes, pero Cañas en eso pinta poco. Rufián va con el lirio en la mano. Ciudadanos nunca ha sido un partido hostil con los derechos LGTBI,  al contrario. Los naranjas defienden los vientres de alquiler, una de las causas que abandera el colectivo gay. No es raro el sentido común de Cañas en este tema. Lo extraño es separarlo de la unión civil, esta sí, entre las tres derechas. Una unión que aniquilará al independentismo. Con Rufián dentro.