La vida privada del portavozde Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso , Gabriel Rufián, interesa cada vez más en España. El diario El Mundo lo ha convertido en personaje del colorín, ahora que le consideran un político "moderado". Su discurso durante la segunda sesión de la investidura fallida de Pedro Sánchez parece que está cambiando la percepción sobre la figura de Rufián: El demonio republicano ahora está más cerca de convertirse en ser humano. Un humano que, como "todo hijo de vecino", tiene vida personal. Esta es la gran noticia: Rufián "se ha separado" y "es el soltero de oro" que se machaca en el gimnasio.
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El diario hurga en la intimidad de Rufián a partir del "giro hacia la moderación" del diputado. Una moderación basada en el intento de acercar posturas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Un intento infructuoso, sí, pero suficiente para el españolismo, que celebra no escuchar sus discursos pro-indepes. Es casi "uno de los nuestros", y por eso no tienen inconveniente en hablar de su expareja ("una catalana licenciada en Fillología española"), de su hipoteca compartida de un piso en Sabadell, de su hijo de 8 años "del que se siente orgulloso en privado", de sus inquietudes literarias ("escribió un relato homoerótico") y de su nueva afición: "Esculpir su cuerpo en un gimnasio de 150 euros al mes". Es la curiosa forma "de ajuntamiento" del diario unionista: Cotillear al más puro estilo Sálvame.
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Tampoco se escapa de la lupa del diario el sueldo de Rufián (85.000€), sus créditos hipotecarios o su nueva faceta como youtuber. Es su nuevo ídolo, y devoran cada detalle de su existencia. La finalidad de todo el numerito, sin embargo, no queda clara. O sí. Sobre todo cuando subrayan una frase del propio protagonista que se han pasado por el forro: "No hablo de mi vida privada". No hace falta, ya lo hace El Mundo.