No hay aficionados más ilusionados esta temporada que los que visten de color azulgrana. El Barça es un clamor y los culés vuelven a disfrutar de ver sus partidos. Silencio, palomitas y preparad las manos para aplaudir porque las horas que juega el conjunto culé son un espectáculo. La apuesta de Laporta por el nuevo entrenador ha sido un acierto total y cada vez que recordamos al equipo es inevitable no pensar en todos los niños que han subido de la cantera. Qué euforia colectiva llevan todos los espectadores y es normal. Todos los jugadores que llevan toda la vida a la Masia parece que vivan el Barça de una forma mucho más intensa. Un gran ejemplo de este sentimiento es Gavi, uno de los futbolistas más amados dentro y fuera del vestuario. Su lesión dejó tocados a los aficionados y a Xavi Hernández, porque su pasión por los colores azulgranas le hacía ser el jugador que más presionaba.
Gavi es una bestia. Es imposible que pierda algún balón dividido y si hace falta lo saca con la cabeza. El jugador es así, intensidad, pasión y sentimiento. Justo lo que le faltaba al Barça la temporada pasada. Esta sensación que representa dentro del verde lo convierte en uno de los favoritos de la plantilla. Ahora ha vuelto más fuerte que nunca y este fin de semana ya pudimos disfrutar sus minutos como titular. Después de su larga recuperación podemos afirmar una cosa, ha vuelto tal y como se marchó, como un tren. El futbolista no ha perdido la chispa característica y ha recuperado la sonrisa tocando el balón en partidos oficiales. A pesar de las buenas sensaciones que tiene esta temporada, Gavi no olvidará nunca estos meses fatídicos de rehabilitación en rehabilitación y la última historia que ha publicado nos ha tocado el corazón.
Por lo que hemos podido ver en algunos vídeos, el jugador es una persona de 10 fuera de los terrenos de juego. Todos los procesos de recuperación necesitan paciencia y simpatía con todos los médicos y fisioterapeutas y Gavi, se ha ganado el corazón de todos. Después de prácticamente una semana de su vuelta como a titular, uno de los fisioterapeutas le ha dedicado un texto que nos ha tocado la fibra: "Hoy, hace un año que este hombre empezó a andar un camino que parecía no tener fin. Hace un año salías de quirófano. Con los pies por delante; algunos te dieron por muerto". Su nombre es Pablo Merino y habla sobre qué sentía Gavi después de la dura lesión. "Un año después has demostrado, una vez más, de qué estás hecho. Porque la medida de quienes somos, está en lo que hacemos con lo que nos es dado. Orgullosos es poco. Excelsior". El mensaje es para coger pañuelos y secarse las lágrimas.
Mirar hacia atrás después de unos tiempos oscuros es una de las sensaciones más profundas que se pueden tener. Obviamente, el jugador también ha querido darle las gracias públicamente y ha publicado una historia respondiéndolo: "Gracias todo a ti amigo". Las relaciones profesionales, si se tienen bien, pueden crear grandes amistades. Nos encanta ver la parte inédita del proceso de recuperación de un futbolista. A partir de ahora los dos tendrán una relación muy especial. Con la piel de gallina viendo las palabras del fisioterapeuta, celebramos que el jugador haya acabado con éxito su proceso. Gracias, Gavi, por demostrarnos y reconocer la parte del fútbol que no se ve.