‘First Dates’ es uno de los programas emblema de Cuatro. Tal vez uno de los que más rendimientos da a la cadena. Se mantiene en antena desde hace más de un lustro, con Carlos Sobera como maestro de ceremonias. Es el restaurante más famoso de la televisión, en esos metros cuadrados ha pasado absolutamente de todo. Relaciones que se han consolidado, algunas que han terminado para siempre, otras que han formado una familia y algunas que no se dieron la oportunidad ni de una segunda cita.

La productora de ‘First Dates’ trabaja todos los días para dar con personajes que sigan llamando la atención del espectador porque sobre gustos no hay nada escrito. Tampoco se queda atrás el equipo que acompaña a Carlos Sobera, ahora al lado de Elsa Anka, mientras su hija, Lidia Torrent, disfruta de la baja por maternidad. También están las camareras Cristina y Marisa, gemelas. Como pasan más desapercibidas, Emma García y su equipo ha querido traerlas a plató para conocerlas un poco mejor.

gemelas first dates
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Las camareras de 'First Dates' padecen TOC

Tienen 44 años, son extremeñas, actrices y confiesan que ambas padecen la misma enfermedad: Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Desde pequeñas empezaron a ver que tenían varias manías y con los años se fueron incrementando hasta el punto de afectar a su vida diaria y a la de sus seres queridos.

"Desde pequeñas, hacíamos cosas muy extrañas, pero pensábamos que éramos así, que teníamos algunas manías, como abrir y cerrar el armario varias veces. Pero, con el tiempo, se volvió como mas sucia la mente, como que nunca estábamos en paz. Yo pensaba que la gente era así, pero todo cambió cuando iniciamos el tratamiento".

gemelas
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Sus manías empezaron a perjudicar a sus padres y a otras personas de su entorno más próximo. "Cuando cortaba con un chico, contaba a todas mis amigas la misma historia, con todos los detalles, y yo pensé que era una pesada”. Su padre un día se desvaneció al escuchar la misma historia varias veces.

Las gemelas confesaron que llegaron a autolesionarse porque el dolor físico les calmaba unos segundos. "Te tragabas las lágrimas, te tragabas la ansiedad, sonreíais y, mientras podías, te escondías, te ponías de los nervios a escondidas… Matías Roure, Lidia Torrent, y compañeros de maquillaje lo vivieron. La directora fue un gran apoyo”. Antes de salir a plató les tapaban con maquillaje las heridas que se producían con sus autolesiones.

"Yo le decía a la de maquillaje ‘mira lo que me he hecho, por favor tápamelo', ella ya sabia que tenía esto. Cuando estás muy mal no lo puedes esconder", añade. Empezó una de las hermanas, fue a terapia, y cuando salió de ese pozo cayó la otra.

“Yo no podía ni soportar el daño que provocaba”. “Quería soledad, te aíslas. Me iba a pasear por Madrid y tenía pensamientos suicidas, en plan '¿a quien le escribiría una carta?' Y luego pensaba que cómo iba a hacerle eso a mis padres”, confiesa.