La WAG más guapa del planeta ha llegado a Qatar ya. Georgina Rodríguez, novia de Cristiano Ronaldo, ya está en tierra qatarí para presenciar lo que resta de Mundial. Su Portugal está ya clasificada matemáticamente para octavos de final y Cristiano está muy feliz. Reclamando el gol que marcó el otro día pero que no le concedió el árbitro, el luso respira tranquilo: en su próximo partido con la selección no se jugarán gran cosa. Solo quedar primeros o segundos de grupo. Es por eso, porque su estancia en la Copa del Mundo está asegurada una semana más, el motivo por el cual Gio ha decidido mudarse momentáneamente a Qatar.
Hospedada en un hotelazo
Sin escatimar un duro ha llegado Goergina acompañada de toda su pléyade de niños. Su Alana, y los de CR: la influencer española se ha llevado también a Doha a los mellizos y a Cristiano Ronaldo Jr, el hijo pequeño con el que Cristiano -es un secreto a voces- espera jugar algún día a nivel profesional. Es el mayor de sus bomboncitos y ya está hecho todo un hombretón. A lo que íbamos, que el portugués y la de Jaca se reencontrarán en nada en el hotel qatarí. Ella ha venido dispuesta a apoyarlo al máximo y ser una portuguesa más. No es el caso, pero ibérica lo es un rato: pronto la veremos con la camiseta de la 'Seleçao'.
Regalazo envenenado
Rodríguez no ha venido con las manos vacías al país asiático. Como no podía ser de otra manera, le trae un regalito muy lindo a su novio. No se trata de un balón de fútbol, tampoco de un nuevo coche -Cristiano tiene ya muchos en su haber-: hablamos de una monstruosa tarta. Monstruosa en el sentido de gigante, superlativa. En ella se ve a un muñeco de azúcar de Cristiano chutando un balón, acompañado de sus hijos y de la propia Georgina en el piso de arriba de la tarta. Algo que ni en la mejor de las bodas uno podría soñar: BRUTAL. Mucho azúcar, demasiado a nuestro parecer, pero hecha con una ilusión espectacular. Bravo: a 'El Comandante' le encantará. Es morrocotuda.
Descansito y a la playa
El viaje Londres-Doha ha sido duro y muy largo. Hecho con jet privado al más puro estilo Shakira -aunque esta lo utilizó para el absurdo recorrido Barcelona-Santander-, el vuelo ha pasado factura a la familia del ex del Real Madrid. Aterrizados en Doha, se han ido rápidamente al hotel, han descansado un ratito y han empezado a hacer planes. El más bonito: ir a la playa. Sí, en la misma arena en la que ayer veíamos a Antonella Roccuzzo, la novia de Leo Messi. Allí, Georgina y Alana Martina, su hija, han protagonizado un momento divertidísimo. "Estás cansada porque has ido muchos días al shooting y estás muy cansada. Por eso te has dormido en la playa", le decía, graciosísima, su pequeñaja. Vale la pena ver el vídeo. Clica en la imagen para visualizarlo: