La historia de Gerard Piqué y Shakira es la de un amor apasionado. Un futbolista de 22 años juega un Mundial en Sudáfrica, graba el videoclip de Waka waka y seduce a la protagonista de 32 años. Lo que parecía una aventura amorosa efímera, el wakarumor, se convierte en una relación seria, larga de 12 años, familiar y con dos hijos. Pero hay que recordar el pecado original: los dos cayeron en la infidelidad. Piqué tenía una novia hija del jamonero Enrique Tomás, Núria Tomás, y Shakira salía con el hijo del expresidente argentino De la Rúa. Todo estalló por la pasión de aquel impetuoso crac del Barça y la cantante latina más famosa del mundo. Un amor contra todo, contra las parejas que tenían, contra los tópicos, contra Hacienda, contra la diferencia de edad, contra la fama de seductor de Piqué... No necesitaron casarse, les bastaba con amarse. Pero Shakira lo deja claro: "No fue culpa tuya ni mía, fue la monotonía".
La rutina mató la pasión. Y eso que la pareja convivía poco, él se marchaba cada semana algunos días fuera para jugar partidos por España y Europa y ella hacía giras mundiales o grababa programas y videoclips en los EE.UU. A pesar de no verse, la rutina los ha matado. La rutina y Clara Chía. Piqué prefiere a una mujer postadolescente de 23 años que una mujerona de 45. ¿Qué tiene a Clara Chía que no tenga Shakira? Menos años. Piqué es adicto a la juventud de Clara, le hace sentir mejor. Ahora los paparazzis que lo persiguen le hacen a Piqué una jugarreta. Lo acaban de fotografiar vestido de negro, a plena luz del día, con el coche aparcado justa delante de una famosa sala de chicas estrippers, Blue Night Strip Club:
Gerard Piqué sale vestido de negro total recogiendo el coche aparcado a la esquina de las calles Beethoven y Bori y Fontestà. Justo delante de la sala Blue Night, en la calle Beethoven,15. Piqué frecuenta la zona y cada vez lo pillan más, en el bar Sideral o en La Farga, cerca de Catalunya Radio, llena de periodistas. Los paparazzis sospechan que Piqué tiene algún despacho, aunque Kosmos tiene la sede en el Paseo de Gracia. Shakira ha salido de la Teknon de visitar al padre ingresado. Alucina con noticias que se publican de su ex, como que Piqué le paga los estudios a Clara Chía. No tiene demasiada verosimilitud pero lo firma un digital.
El digital El Tiempo cita fuentes de Sálvame para titular "Piqué es un 'sugar daddy': la fortuna que gasta en colegiatura de Clara Chía". En argot, sugar daddy es el hombre mayor que le paga los caprichos a la chica para llevársela a la cama. Escriben: "Piqué habría asumido el pago de una lujosa escuela en la que estudia la joven. Según información de la periodista Laura Lago, en el programa ‘Sálvame’, Piqué estaría pagando todos los gastos de la escuela. La joven estudia en la Escuela Internacional de Protocolo (EIP) en Barcelona, donde ofrecen capacitación en relaciones públicas y marketing". Piqué siempre en el centro de la polémica, sugar daddy y ahora fotos frente al Blue Night. La cuenta de Instagram de este club de chicas tiene fotos curiosas para Piqué:
Piqué es perseguido por los paparazzis allí donde va: con una maleta en la puerta de casa de Shakira, se sobreentiende que es la maleta con la ropa de los niños cuando los devuelve de los 15 días que le tocan. En el Camp Nou chupando banquillo y ahora también en la calle Beethoven. Mala suerte aparcar justo delante de un club de chicas que hacen shows sexuales con la camiseta del Barça.