Shakira siempre ha sido de celebrar fiestas populares. A ver, no la hemos visto en una jornada castellera, ni en Santa Tecla o Sant Narcís; ella es más de Halloween o San Valentín. De hecho es capaz de mezclarlas ambas y hacer su propia versión de 'My Bloody Valentine', un San Valentín sangriento. Su ex tiene algo que ver, claro: a pesar de todo lo que diga la colombiana, rezuma resentimiento y rencor. Es así. No lo supera y quiere continuar con el castigo. A Gerard Piqué, a su novia y a todo lo que representa el exazulgrana, a quien cada día vemos más feliz con Clara Chía. Les dedicó un vídeo pasando la fregona (sobre una alfombra, cosa rara) en la cocina mientras canta una canción de SZA, 'Kill Bill'. El fragmento escogido incluye una parte explícita y amenazadora: "Podría matar a mi ex, no es la mejor idea. Su nueva novia será la próxima. Podría matar a mi ex, aunque todavía lo amo. Prefiero estar en la cárcel que sola. Si no puedo tenerte, nadie lo hará". Ay.
Después del in crescendo musical y vengativo de 'Te felicito', 'Monotonía' y 'Session#53' con Bizarrap, que Shak envíe este mensaje (es lo que hace, no es casual) indica que todavía está lejos de pasar página. Que sí, que es una broma. Pero entre broma y broma... ya saben el dicho. No lo matará físicamente, claro, la suya es una ejecución pública sentimental. Lenta, minuciosa, dolorosa y metódica, como una tortura. Solo la artista sabe cuándo acabará la tormenta, de hecho empezamos a pensar que ni siquiera ella. Está muy metida en el papel de 'Despechá', pero sin la alegría que transmite Rosalia. Shakira va mucho más quemada. Es evidente.
Gerard Piqué y Clara Chía ajenos a los dardos de Shakira en Badalona
A quien no notamos ningún impacto es a las "víctimas". Gerard Piqué y Clara Chía mantienen una distancia prudencial del circo mediático, cuando menos en las redes sociales. Otra cosa es que sean dos personajes públicos y la prensa los persiga a todas partes: conduciendo un coche, comprando en una farmacia, caminando por la calle... y si hiciera falta, yendo al lavabo. Intentan evitar las preguntas y los comentarios de los reporteros, cosa que no siempre consiguen, pero en definitiva tratan de hacer su vida como lo que son: una pareja enamorada. Anoche tuvieron plan en Badalona: Gerard es presidente del Andorra F.C. y el equipo tenía un compromiso importante: la final de la Copa Catalunya. La ganaron, 1-0 contra el Badalona Futur. Un éxito de su proyecto, sin duda. Clara lo acompañó al estadio y ocupó el palco con su novio; queda claro que a Chía el fútbol le gusta mucho.
Complicidad máxima entre la pareja asistiendo a un gran éxito de Piqué
La complicidad de Piqué y Clara es más que notable, se ven felices, ajenos al mal rollito que le llega desde el más allá. Carcajadas, muestras de afecto, juntos y compenetrados: una relación sana y fuerte. Da gusto verlos. Estas imágenes harán todavía más daño a Shakira, porque sus dardos o no impactan en la diana o no hacen daño, son de juguete. Todo tiene un límite, el dolor provoca tolerancia y resistencia. Al final te vuelves inmune, todo te da igual. Da la impresión que Gerard y Clara Chía están en esta fase. Miren las fotos y vídeos y juzguen lo que proyectan.
El dilema de Shakira: o continuar con el gas a fondo o matar, ahora sí, el tema. Está en sus manos.