Gerard Piqué y Clara Chía reaparecen. La que durante meses fue la pareja más perseguida de Catalunya hace tiempo que ha adoptado un perfil bajo. Piqué cambió de lugar sus oficinas, del Turó Park pasó en la más ignorada avenida de Josep Tarradellas, y allí ya no los siguen a los paparazzis. La pareja ya no frecuenta fiestas y la prensa ya no les hace mucho caso. Buena señal dado que Clara fue diagnosticada de un problema mental por la ansiedad que le produjo un fotógrafo que la perseguía constantemente y que fue condenado por lesiones. Ahora las fotos se las hacen los mismos protagonistas y las cuelgan en Instagram. Piqué hacía más de un año que no colgaba nada de su novia. Su antes concurrido Instagram de 22 millones de seguidores ahora se marchita con meses enteros sin ninguna post. Pero este agosto el ex del Barça estaba de buenas haciendo vacaciones en pareja en un lugar paradisiaco y ha colgado dos fotos del hotel donde pasa unos días con Clara. No dice dónde es, pero las imágenes ya advertían que es un rincón lujoso:
Una piscina sin fin al lado del mar con un ánfora (pista) y dos copas de vino blanco en un atardecer con islas de fondo (pista). Ánforas, islas, el mar... Piqué y Clara están en Grecia, concretamente en el hotel que la cadena de lujo Amán tiene en la zona del Peloponeso, en la costa. Se puede llegar en 25 minutos en helicóptero desde el aeropuerto de Atenas. Los huéspedes no acostumbran a ir por carretera porque se pasarían dos horas y media en coche desde el aeropuerto. Y el hotel es para personas ultra-ricas. En lugar de habitaciones tiene palacios independientes con piscina privada. El pabellón de Piqué y Clara era el más sencillo, solo para dos personas, y según la web del hotel el precio es de 6600 euros la noche.
No queda claro si es más espectacular la piscina privada enorme, de 22 metros y climatizada para dos personas o las vistas sobre el Mar Egeo. Todo el hotel es de un lujo obsceno. Un gran cambio con respecto a otros viajes románticos de Piqué y Clara, como lo que hicieron a Praga en vuelo low cost, con los cuñados y en un hotel menor de la cadena Marriott de 200 euros la noche. Piqué entonces parecía querer marcar distancias con el divismo de Shakira, acostumbrada a hoteles de megalujo para hacer vacaciones. Finalmente, Piqué se shakiriza y apuesta por unas vacaciones de multimillonarios. Y la parejita escoge vino blanco para brindar por el amor. Un amor por el que muchos no daban ni un duro y allí siguen Piqué y Clara. Sin boda, sin hijos, sin crisis. Y sí, ya era hora que Piqué se rascara el bolsillo en un destino lujoso. Clara no quiere ser Shakira pero en Grecia la pareja hacen vida de lo que son: ricos.
Un gran cambio de la pareja, destinos lujosos y un retorno a las redes sociales. Clara, que no tiene Instagram público, parece felizmente recuperada de su ansiedad ahora que no levanta el mismo interés para la prensa. Las fotos de Piqué en Grecia son un gesto hacia su pareja y hacia los followers: Clara y Piqué siguen juntos, de viaje romántico y lujoso, y sin esconderse. Lo muestran al mundo entero en Instagram. Parece que se abre una nueva etapa de esta pareja, con menos manías a publicar su felicidad en la red de las vanidades. Si cada veraneante está colgando fotos de sus vacaciones en un chiringuito de mala muerte, Piqué no quiere ser menos. Pero mostrando que él va a un lugar reservado para los dioses, no del Olimpo sino del dinero. Shakira dirá: Ah, ahora sí.