Domingo tenso el de Gerard Piqué, Shakira y Clara Chía. Se tienen que ver las caras, cosa que no les hace nada de gracia. Hay un motivo de peso para hacerlo: es cumpleaños de Sasha Piqué Mebarak, el hijo pequeño de la ex pareja más famosa. Sopla 8 velas en pleno conflicto de separación familiar, probablemente será el último que celebre en Barcelona durante mucho tiempo. Pronto se marchará a Miami con su madre y vete a saber qué pasará después. La misma circunstancia que ha vivido Milan, el hermano mayor. Hace una semana le tocaba a él, cumplía 10 añitos. Un hombrecito. La diferencia es la ubicación del bullicio: si el de Milan fue en la mansión de Esplugues, con Gerard como invitado y Clara Chía vetada, ahora los papeles se intercambian: el culé lo organiza la fiesta en su domicilio, la novia estará y la colombiana tiene que llamar al timbre para entrar. Así viven ahora la relación con sus hijos: por turnos y pidiendo "permiso".
Una situación triste, un hogar que ya nunca será el mismo. Sin ponernos demasiado dramáticos, lo que es seguro es que todo será diferente a partir de este 2023. Todo menos el amor que Shakira y Piqué sienten por sus hijos, eso no es negociable. Otra cosa es que su custodia y, especialmente, su afecto se esté convirtiendo en un arma arrojadiza para continuar con la guerra de ex. ¿Pero los aman? A morir. Pruebas, todas las del mundo. Estos documentos lo acreditan.
Clara Chía, presente en la fiesta de cumpleaños de Sasha en casa de Piqué... con Shakira de invitada
Acostumbrados como estamos a la vorágine de informaciones, imágenes y episodios diversos en torno a la ruptura del momento, es realmente sorprendente que ninguno de los dos protagonistas hayan dicho ni palabra en una fecha señalada como la del aniversario del pequeño. Silencio total. Podría ser fruto de dos cosas: la voluntad de mantener cierta dosis de intimidad, cosa que Shakira no consiguió del todo en la fiesta de Milan, o la tensión provocada por el encuentro a tres bandas, también con la joven Clara Chía. La pareja del empresario y ex futbolista se ha querido implicar en la celebración. Acompañó a Piqué de compras, como nos hicimos eco desde EN Blau. Una escena irritante para la colombiana, que quiere mantenerla lejos de los chiquillos, exactamente lo mismo que estaría intentando con su suegra. Mientras siga en Barcelona, eso sí, tendrá que respirar hondo. O eso parece.
Gerard Piqué, de la tensión a la alegría cuando ha recogido a Milan y Sasha en casa de Shakira
Esta tensión la hemos captado en el rostro de Gerard Piqué esta mañana, cuando iba a recoger a los niños a casa de su madre. Mientras esperaba fuera del que fue su hogar, lo hemos visto pensativo, serio, un tanto molesto por las preguntas de la prensa. La relación con los informadores que cubren su caso pasa por un momento de cierta convulsión, cuando menos con un nombre muy concreto: Jordi Martín. El paparazzo no estaba, si es que no era escondido en un coche o unos matorrales, claro. La cara del catalán ha cambiado cuando los pequeños han empezado a subir al vehículo. Primero Milan, recibo con alegría y confidencias. Después el homenajeado Sasha. Un beso muy sentido y gestos de cariño transmiten a la perfección lo que siente por ellos. Son imágenes de Chance y Europa Press.
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No news, good news. Y una novedad en este caso tan mediático: hace meses que desayunamos, comemos y cenamos con más capítulos del serial.