Gerard Piqué es un superdotado. Puede tener partido del Barça la misma semana que pone en juego su Copa Davis revolucionaria. Entre entrenamientos de fútbol asume su apuesta empresarial, pero no todos comparten su ilusión. El mundo del tenis es clásico y se resiste a los cambios. En Wimbledon todavía no se puede vestir si no es de blanco. Y en Madrid, donde se disputa su torneo de naciones de tenis, algunos se la tenían guardada al jugador del Barça. Su error es contestarles.

Filip Dewulf es un extenista belga que hace una foto tendenciosa de las gradas de la Davis semi-vacías y con mala leche solo cuenta a 15 espectadores. Piqué le responde con otra foto preguntándole si de verdad sólo ve a 15 personas:

EFE

Que a Piqué le tienen ganas se ve echando un vistazo a los haters de twitter:

EFE

Los inicios son duros y el deporte no siempre llena, como demuestran los fallidos Juegos de Mediterráneo en Tarragona. Piqué ha hecho una apuesta y está empezando. Se juega su dinero y el de los patrocinadores que ha conseguido. El tiempo dirá si es un éxito pero muchos estaban deseando enterrarlo antes de tiempo. Si el tenis interesa en Madrid o no, es cosa de madrileños.