Gerard Piqué derrama una lágrima en primer plano. Así se ha marchado, del Barça y del fútbol activo. Por sorpresa, sin preaviso, con contrato en vigor. Dijo que cuando no fuera útil, abandonaría, y lo ha hecho. Lo anuncia dos días antes de su último partido en el Camp Nou, el sábado. El campo estará lleno a tope para despedirse de su jugador franquicia, del capitán más inteligente, del más catalanista, del más pegado al escudo. Su vídeo de adiós es una puñetera obra de arte. El mejor partido de Piqué es este:
La red se ha llenado en pocos minutos de VIPS, compañeros y famosos que le dan gracias y hasta pronto. Él mismo avisa que volverá, como presidente del club, seguro. Lo tiene hecho. Ningún otro jugador ha sabido conectar con la culerada dentro y fuera del campo. Era Messi con personalidad, cerebro y vocabulario. Gerard, adiós, de parte de VIPS como Carlos Cuevas, Pilar Rahola o Mascherano:
El mundo del fútbol y el de fuera del fútbol. La noticia trasciende el deporte. Y el mundo rosa. Qué pasará ahora con Shakira. EN Blau ha informado punto por punto de que el gran problema de la separación con la colombiana eran sus dos hijos, Milan y Sasha, de 9 y 7 años. Shakira quería que los niños se marcharan con ella de Barcelona pero Piqué tenía contrato con el club. Ahora ya no tiene este vínculo y puede llegar el acuerdo entre las dos partes, los niños se pueden marchar a la ciudad donde decida instalarse ahora Piqué. Shakira guarda silencio después de saberse la noticia de alcance mundial. Pero sabe que ahora ya tiene un triunfo judicial para llevarse a los niños fuera.
Ni un solo juez le permitiría marcharse si Piqué seguía en Barcelona. Ahora que ya no está obligado, Shakira puede pedir con más fuerza que los hijos se marchen huyendo de la presión en la ciudad. Los abogados respiran satisfechos. Shakira está más cerca de lo que quería, marcharse de Barcelona y con sus hijos. En Barcelona Piqué tiene Kosmos, su empresa, y Clara Chía, su pareja, pero puede dirigir a distancia y Clara se puede marchar con él donde quiera. En Miami, Shakira tiene una mansión y los niños vivirían sin la presión de la prensa rosa. Es una posibilidad que hasta ahora no existía: que Shakira se marche y Piqué también.
Una temporada fuera les convendría. Llevan 5 meses bajo los focos de la separación. La presión es ya insostenible. Piqué lo deja en parte por el drama con Shakira. Se le ha sumado una crisis como jugador, Xavi no confía en él, y una separación traumática. Pocos motivos para seguir expuesto en Barcelona. Se va. Pero volverá. Adeu, capità.