Gerard Piqué sudó tinta para conseguir un convenio de separación que no fuera denigrante para él. Shakira, la que había recibido la ofensa de encontrarse a Clara Chía en las portadas como la nueva novia de Piqué, salió a matar. No quería ceder un palmo a su ex en la separación. Semanas de agrias discusiones con abogados acabaron con fumata blanca: Milan y Sasha se marchan a Miami y Piqué tiene derecho a pasar 10 días al mes con ellos en la ciudad de Florida. Pero ahora resulta que el convenio fue precipitado y Piqué no se encuentra a gusto. Se da cuenta de que lo que pactó era muy lesivo para sus intereses. Piqué no puede con todo: Kosmos, Clara y los niños. Solo una cosa une a todos los humanos: el día tiene 24 horas. Para todos. Piqué se marchó el viernes a Miami y el lunes ya estaba en Barcelona con Clara y la King's League.
La foto de Piqué de incógnito en el vuelo BCN-Miami aparece en el programa Y ahora Sonsoles y lo ha obtenido un famoso residente en Miami, Nicolás Vallejo Nájera, que es como Piqué: exnovio de una diva del pop latinoamericana, Paulina Rubio. Habla para Antena 3 y revela que Piqué se ha instalado en un hotel de la ciudad norteamericana solo tres de los diez días que le tocaban con sus hijos: de viernes a domingo. Volvió a Barcelona rápido con jet lag para un acto de la King's League con Clara Chía en el distrito 22@ del Poble Nou, como demuestran unas imágenes del lunes por la noche en Barcelona:
Según El Periódico Piqué no está contento con el convenio que firmó con una pistola en el pecho:"Se está dando cuenta de que este convenio, que en un momento pensó que iba a ser fácil por sus posibilidades económicas, está siendo muy complicado y no sabe si la cagó al aceptar esta custodia. Por su parte, la colombiana tampoco estaría del todo a favor de este acuerdo. Además, están surgiendo nuevas tensiones entre ambos, ya que la casa que tienen los dos en común en Barcelona está siendo el escollo más grande para sus equipos legales". Ni venden la mansión de Esplugues ni Piqué puede pasar diez deis cada mes en un hotel de Miami para tres. La prensa fue a encontrarse con Piqué para preguntarle cómo puede ser que renuncie a siete días que le correspondían. La respuesta es obvia: no puede abandonar sus obligaciones en Barcelona, no puede dejar de gestionar el negocio de Kosmos y su relación con Clara.
De momento quien sale perdiendo es él, sin los niños y todo el día corriendo. Como dijo su último día llorando en el Camp Nou: "Amar es dejar ir": Ahora el Camp Nou donde resonaban aquellas palabras está en ruinas. Como Piqué.