El serial Gerard Piqué - Shakira ha llegado a un punto culminante, definitivo. Hay acuerdo entre las partes por la custodia de los hijos Milan y Sasha. Y sorprendente, cuando menos porque la resolución es muy favorable a la artista colombiana. Los niños de 9 y 7 años finalmente se van con ella a vivir a Miami. A pesar de la retirada futbolística del 3 azulgrana no habrá batalla, el catalán ha cedido. Ahora bien, quizás Gerard sí que podría empezar otra guerra, pero no contra Shakira, no. El enemigo serían ciertos comunicadores de algunos medios que, haciendo campaña pro-Shakira, se pasan de frenada de forma aberrante, maleducada e indignante. Por ejemplo, lo que acaba de pasar en la poderosa cadena norteamericana de habla hispana Telemundo, en el programa 'La Mesa Caliente'. Un espectáculo penoso.
Vaya por delante que la opinión es absolutamente libre, que cada uno de nosotros tenemos nuestras filias y fobias. Pero también es cierto que Piqué no ha matado a nadie ni ha cometido ningún delito. Sólo se ha desenamorado de su pareja y madre de sus hijos. Sí, es triste. También que ha encontrado una nueva ilusión con Clara Chía. Entendemos la decepción de los que confiaban en la fortaleza de una relación que parecía idílica. Pero de aquí al insulto por parte de terceros, que no tienen nada que ver con la historia de pareja, hay un mundo. El debate sobre la ruptura puede ser más o menos animado, se puede tratar como un espectáculo, pero hay límites. Y una periodista, Laura Bozzo (acompañada por las carcajadas cómplices y maliciosas del resto del personal del programa) ha cruzado todas las fronteras. Especialmente las del mal gusto.
Piqué y Chía son los enemigos número 1 en Miami. Entendemos que el catalán no quiera ir allí ni a heredar, cuando menos de momento. La hostilidad es brutal, se lo toman como un crimen execrable. Empiezan poco a poco, hurgando y buscando las cosquillas de forma más o menos sutil. Por ejemplo, con el análisis que hacen de la retirada del culé en el Camp Nou y de la escena del beso entre ambos al acabar el partido. Una lectura particular: "Gerard Piqué buscó a su novia Clara Chía Martí, él quería sentir su calor y ella, aseguran, fue como un témpano de hielo". Después, la artillería. Y la tal Bozzo, una veterana del chismorreo y de la mala leche, es la ejecutora: "Este tipo es un desgraciado, un infiel, una persona que además, en lugar de hablar con ella, se mete con otra. Es un desagraciado y va a cosechar su siembra y yo creo en el karma, porque acá va a haber karma".
A Clara Chía tampoco la deja mejor. Produce cierto asco oír la descripción que hace de ella. "Estos hombres, cuando están con mujeres tan famosas y tan brillantes como Shakira, le gusta la gatica, esas mujeres que los ven como dioses y se deslumbran". Quizás es que no estamos familiarizados con el argot que utilizan en Miami, pero lo que dicen de Clara, en mi pueblo, tiene un nombre. Y no es nada agradable. Si han tenido bastante estómago para soportar esta intervención, que sepan que hay recompensa: el delirio. Laura Bozzo dixit: "Se tiene que retirar del fútbol porque está haciéndole un daño terrible al Barcelona. Su imagen está para meterla en el water y halarla". No sabemos que narices ha estado haciendo esta mujer durante el fin de semana. Que alguien le explique que pasó en el Camp Nou, parece que no se ha enterado. Pero vaya, ella dispara. Lamentable.
Quizás su público esté encantado con la colaboradora y el tono del programa. Pero provoca repulsión, la verdad. Y ganas precisamente de ir al lavabo. Vigila con el karma, Laura, que puede volver en cualquier momento.