El Barça-Cultural Leonesa de Copa del Rey tuvo más estrellas en la grada que en el campo. A pesar del muy buen papel de la Masia con el 4-1 y el acceso a la siguiente eliminatoria, todas las miradas se giraron hacia los tres asientos que ocupaban tres jugadores que descansaban pero daban apoyo al equipo: Gerard Piqué, Luis Suárez y Leo Messi. Hicieron como muchos padres y llevaron a los hijos al campo, y regalaron una foto inédita a los culés:
Gorras de lana, bocadillos en papel de plata, bebidas isotónicas y los menores mirando un partido del Barça como querrían todos los niños del Barça: en el regazo de sus ídolos. Suárez y Messi siempre van juntos pero faltaba el más padrazo: Gerard Piqué, que se añadió con Milan y disfrutaron del buen juego culé. Los más peques se quedaron en casa pero los primogénitos fueron los mimados: Thiago Messi, Milan Piqué y Benjamín Suárez:
En el minuto 19 la Federación de Fútbol pinchó durante la retransmisión del partido la imagen inédita de los 3 cracks sin jugar, con gorras negras y niños abrigados. Piqué come pipas y los niños bocatas. Shakira, Antonella y Sofía aceptaron el pacto: te llevas el mayor y me quedo el resto. El partido empezó a las nueve y media de la noche. Los chiquillos fueron a dormir hacia la medianoche. Al día siguiente no había cole pero que quien ponga los horarios se lo haga mirar.