El acuerdo entre Shakira y Gerard Piqué sigue trayendo cola. El pasado 3 de noviembre, Piqué anunció que se retiraba del Barça; pocos días después jugó su último partido y lo acabó rematando con una expulsión como suplente en el campo de Osasuna. El día siguiente, sin embargo, sería uno de los días más importantes de su vida: iba a vérselas con su ex, Shakira, para intentar cerrar un acuerdo definitivo sobre Milan y Sasha, sus hijos. El portal Look da más detalles sobre cómo fue esta negociación, que acabó con la colombiana ganando la partida.
Según cuentan en la sección rosa de OkDiario, la negociación entre el catalán y la sudamericana fue ardua. Durísima. El ex futbolista se presentó en la casa donde había convivido durante más de una década con Shakira -y donde aún vive ella- y se encontró con un muro. No solo estaba Shak, sino también sus abogados que, intransigentes como nunca, no cedían a ninguna de sus demandas. Tenían su postura respecto al tema y de allí no se movían. Para Gerard aquello no era una negociación, sino una imposición. Piquetón, devastado, tuvo que retirarse un momento.
Salió fuera, a una terraza, y, cabizbajo, reflexionó. Una bocanada de aire fresco que le sirvió para volver con otra mentalidad a la casa de su ex novia. Mirando todo el rato el móvil en su receso -seguramente recibiendo mensajes de apoyo de Clara Chía-, el culé se repuso momentáneamente por dentro y afrontó el segundo asalto con optimismo. Un optimismo que, sin embargo, se evaporó en cero coma. Los abogados y la madre de sus hijos seguían anclados en la misma postura. Piqué, muy hasta el gorro de ver que hablaba con una pared, se fue a la cocina con Shakira para hablar a solas. Era un momento de intimidad, que acabó, ahora sí, con emotividad.
El abrazo de Shakira a Piqué
Aunque el otro día le hiciera una asquerosa peineta, fuentes cercanas al entorno de la ex pareja confirman a Look que sí que hubo abrazo en este momento íntimo de la reunión. Encerrados en la cocina, entre la cafetera y la nevera, la 'Waka-Waka' y Piqué se fundieron en un abrazo. Un abrazo que se produjo gracias a la de Barranquilla, que tuvo el detalle de consolar al padre de sus hijos cuando este se vino abajo. El que en su momento fuera campeón del mundo en 2010 rompió a llorar como nunca. "Fue un momento de complicidad conmovedora", aseguran. No es para menos: Piqué sabía que perdía la partida, pero al menos se reconciliaba mínimamente con Shakira. A continuación rascaría algo con la pléyade de abogados de la colombiana, aunque fueran migajas. Recordemos: Piqué se queda con los niños en los periodos vacacionales y podrá viajar 10 días al mes a Miami para ver a Milan y Sasha. Eso sí, Shakira se los lleva a otro continente y pasará la mayoría del tiempo con ellos dos.