Este domingo es muy especial para Gerard Piqué. Uno de sus grandes sueños llega a un punto culminante, definitivo y presumiblemente, muy exitoso. No tiene nada que ver con Shakira, la ruptura y su paso por el purgatorio, no. Se trata de la final de la Kings League, que cierra temporada en el Camp Nou. Piqué vuelve a su escenario más glorioso, que no pisa oficialmente desde el 6 de noviembre de 2022. Se despidió de un Estadi donde ha sido inmensamente feliz. Shakira, Milan y Sasha, también, aunque la colombiana ahora abjure de su barcelonismo. Ahora vuelve como empresario de éxito con la intención de llenarlo, proyectando la imagen de la competición futbolística más original del momento hasta límites insospechados. Un domingo de gloria.
Que el catalán triunfe es una patada en el orgullo de su legión de detractores. La religión o credo shakirista no puede soportarlo, se considera una herejía solo pensar que le vayan bien las cosas. Dicen de él que es abominable y la peor persona del mundo por haber acabado con la que muchos considerábamos, el autor incluido, como una relación indestructible y modélica. Nos encantaba, sí. Ahora que han pasado tantas cosas, con la cantante con las maletas preparadas para largarse a Miami y Piqué al loro por si se va sin que le deje despedirse de Milan y Sasha, parece que tengas que escoger bando. Si no eres fiel a la de Barranquila al 100% es que vas con el enemigo Piqué. Y mira, resulta que ni unos son los buenos de la película ni los otros los malotes del serial.
El team Shakira herido, Gerard Piqué no está para nada acabado
El retrato habitual de Piqué en la esfera pública y virtual es la de una especie de paria que ya no interesa, que está acabado, que no vale nada. Que nadie le quiere, más allá de Clara Chía, a la que ya sabemos las barbaridades que le dedican. Mala pareja, mal padre, mala persona, mal empresario, mal jugador, mala sombra. Un fusilamiento visceral, irracional y desmesurado, pero la clave no es esta: lo que importa es que es falso. Una mentira. Un bulo más. Ni todos los Jordi Martin o Laura Bozzos del planeta pueden hacer nada para cambiarlo, la batalla la tienen perdida. Shakira es una estrella descomunal de la música, conocida en todas partes. Piqué también es muy famoso ,y no solo por la colombiana. Tiene un público infinito que lo adora. Y muchos de ellos jóvenes, que podrían dejarse influenciar por la corriente general.
La ilusión de una niña al ver a Piqué a un metro, la cara no tiene precio
El vídeo que lo demuestra es tiernísimo. Lo encontramos en Tik Tok, y nos remite a la fase final de la Kings League. Una niña pide un autógrafo a Dj Mariio, estrella youtuber y uno de los presidentes de los clubs participantes. Gerard pasa por su lado y lo saluda, mientras la niña queda totalmente obnubilada por la aparición de su ídolo. La cara es de admiración, de ilusión, de alucinación. Si despertar estos sentimientos en los chiquillos es estar acabado, que nos digan dónde tenemos que firmar. Para verlo en bucle.
El fundamentalismo nunca ha sido bueno. Hundidos.