El Barça 2021-2022 ya ha empezado a rodar. Este lunes tuvo lugar el primer entrenamiento a las órdenes de Ronald Koeman en la ciudad deportiva azulgrana con visita a los vestuarios por parte del presidente Joan Laporta, que ha espoleado a los jugadores de cara a un año donde esperan conseguir muchos éxitos, esperemos que de la mano de Leo Messi.
De momento, han sido muy pocos los jugadores que han empezado a ponerse las botas y los pantalones de entrenamiento para volver a ponerse en forma después de las vacaciones. No estaban los internacionales que han disputado la Copa América o la Eurocopa, pero sí que había algunos pesos pesados del vestuario, como uno de los capitanes, Gerard Piqué.
El central ha pasado unas semanas de relax total al lado de Shakira y sus dos hijos, y ha vuelto al trabajo dispuesto a ganarlo todo y a dar la cara por el club de sus amores de cara a la próxima temporada. Dispuesto a dar la cara y lo que haga falta, también la barba. Porque a última hora de este lunes, Piqué se puso delante del espejo y pensó aquello de año nuevo, vida nueva. O en este caso, temporada nueva, look nuevo.
Hacía mucho tiempo que no veíamos al jugador como ha aparecido a última hora del día en las redes sociales y en la presentación del nuevo espectáculo del Mago Pop. Totalmente afeitado, como se dice habitualmente, con la cara como el culito de un bebé, rapado por los lados y con sólo algo de pelo corto en el cabolo. Si Piqué ya parece más joven de la edad que tiene, por lo que hace, por su carácter juguetón y socarrón, ahora, todavía más, pareciendo un preadolescente.
Por no hablar de la cara que pone al verse totalmente diferente después de tanto tiempo, que incluso no parece ni él, y acompañando la impactante imagen con una palabra definitiva que ha dado mucho juego en la red, "younger" (más joven):
Inmediatamente después del susto inicial, sobre todo, por la gran cantidad de días que hacía que no lo veíamos tan afeitadito, la red se ha llenado de reacciones de gente opinando sobre el impactante nuevo look del central. Especialmente, sus compañeros, colegas y amigos que se han abonado a hacer cachondeo con sus mejillas sin ningún pelo.
El más atrevido, el exportero del Real Madrid y de la selección española, Íker Casillas, que ha aprovechado el younger para utilizar otra palabra con rima, "mounguer". Su gran amigo Jordi Basté también ha estado fino a la hora de recomendarle que ya es hora de ir a dormir como los bebés. Otros como David De Gea, Marc Bartra o Riqui Puig, también han dicho la suya.
Ya veremos qué tarda el jugador en mantener este look. Quien sabe si lo ha hecho para estar más fresquito durante estas semanas de calor. Quién sabe si es una promesa. Sea como sea, esperemos que no le pase como a Sansón y se le haya marchado toda la fuerza con esta decisión capilar. No tardaremos mucho tiempo en comprobarlo: dentro de un mes empieza la Liga. Veremos si entonces vuelve a mostrar una barba imperial a la altura de lo que es: uno de los mejores centrales del mundo.