Juan Carlos Girauta, aficionado a regalarnos su vertiente artística y musical durante el confinamiento, ha entonado 'La hora del adiós', ha cogido la guitarra y se marcha de Cs "con la música a otra parte". El pacto de Arrimadas con Pedro Sánchez para ampliar el estado de alarma ha desatado la tormenta perfecta, y los escombros del partido naranja se desmenuzan hasta la última expresión: el polvo. El exdiputado y, desde ayer, expolítico, cuelga una nueva camiseta en su 'salón de la fama' particular. Empezó en el PSOE, de allí se pasó al PP y más tarde al partido de Albert Rivera, otro cadáver político desde el pasado 11 de noviembre.
Cuando quedaban pocos minutos para la medianoche Girauta firmaba un tuit, intemporal por siempre jamás, en el que anunciaba que se daba de baja definitivamente, como si se tratara del gimnasio o la suscripción de Netflix. "No trabajamos tanto para construir una bisagra. Acabo de comunicar formalmente mi baja como afiliado a Ciudadanos". Encendía la mecha de una mascletá que ni en Las Fallas, y quedan pocos seres humanos que no se hayan manifestado, en un sentido u otro. De entre todos ellas, hemos escogido la del comunicador Toni Clapés, que le dice 'bye-bye' con contundencia. "Construisteis vuestro final. El de Albert Rivera y el tuyo." Claro, conciso y demoledor. Era cuestión de tiempo.
Quizás Girauta sólo ha aprovechado la ocasión para hacer aquello que tenía en mente desde hace meses, siguiendo la estela de tantos y tantos pesos pesados del partido. Y de paso, liberar sus manos de cara a la próxima aventura, que muchos resumen en tres letras. La V, la o, y la x. Una terna que le va al pelo.