Vuelve la magia. Vuelve Juan Carlos Girauta. Algo positivo tenía que tener el confinamiento: prácticamente le habíamos perdido la pista. Pero todo se acaba: las desgracias, pero también las cosas buenas de la vida. El caso es que el expolítico asimilado en Toledo, pluma y afilada espada del diario ABC, ha vuelto al ruedo y la ha líado gorda. Quizás sentía envidia de su semejante Javier Negre, supuesto periodista, pero más conocido como fabulista informativo, que insultaba al presentador de TVE Xabier Fortes con las típicas sandeces ultrafachitas, y salía escaldado. Pues bien, Girauta toma el relevo, y de qué manera. Llamando "nazis" a los profesionales de la cadena pública, con alusiones al ministro de la propaganda (de eso sabe y mucho Girauta) del Führer, Joseph Goebbels.
El artículo en cuestión es una demostración práctica de dos aptitudes de Girauta. La primera, dominar el diccionario castellano como nadie, especialmente si quiere insultar a sus enemigos, así como convertir los textos en jeroglíficos que no descifraría ni el académico Arturo Pérez Reverte. La segunda, una obsesión enfermiza y bien curiosa con el nazismo y los totalitarismos: todos son nazis, como aquello del 'todo es ETA' del PP. Nazis TV3, nazis TVE, nazis "los lazis", nazis Los Lunnis... Parece que no puede criticar (está en su absoluto derecho, faltaría más) sin ir a la yugular con ataques pasados de vueltas. Si tienen tiempo, que ahora sobra, y ganas (eso ya es más discutible), pueden hacer el ejercicio de leer entera su columna de opinión. Xabier Fortes sí que lo ha hecho, además de otros muchos trabajadores de RTVE. Y la respuesta ha sido una oleada de indignación absoluta, un "te has pasado, amigo," un hashtag y la exigencia de una disculpa que, desgraciadamente, ya podemos esperar sentados, como aquella mítica foto del autor convertida en meme. Fortes, mucho más sensato y educado que su verdugo, le devuelve los elogios con un tuit irreprochable.
Xabier Fortes TVE
Girauta @girautaoficial
Lo que decíamos: ya lo volvemos a tener aquí. Póngase el casco porque después de hibernar, vuelve con más ganas de bulla que nunca.