Ha sido una semana movida por MasterChef. El concurso de cocina de la cadena pública emitía un nuevo capítulo de la 12.ª temporada del formato, donde el programa vivía una experiencia más bien incómoda. Después de varios momentos de tensión con sus compañeros, y alguna bronca con el jurado, Tamara, una de las aspirantes con más carácter, decidía abandonar el concurso, ya que no estaba gestionando del todo bien la presión y la exigencia que se pedía. Adiós.
Pero lo que realmente incendió la red no fue la decisión de la concursante, fue la reacción del jurado ante las palabras de la joven. Tamara casi no tuvo tiempo de desahogar sus motivos cuando Jordi Cruz sacó la mala leche, mandándola a tomar viento, casi cogiéndole el delantal de las manos. La poca sensibilidad del miembro del jurado, y el comentario fuera de lugar de Samantha sobre la familia de la joven, abrieron un debate entre los espectadores del programa, que vivían un déjà vu en directo. La situación recordaba a la fatídica historia de Verónica Forqué, y ahora, con la situación de Tamara, el escándalo cada vez se ha ido haciendo más bola hasta hoy, que la trama ha hecho un giro de 180 grados. Atentos.
No, priorizar el bienestar emocional sobre los ritmos de vida frenéticos no es egoísmo, sino una decisión valiente.
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) April 25, 2024
Nuestro compromiso con la salud mental implica abordar las causas que hacen que la vida duela. No queremos una sociedad dopada con cafeína y ansiolíticos. pic.twitter.com/dxuFNEcBfh
Me fui pic.twitter.com/y8OTCPU8FX
— Tamara (@tamaramchef12) April 26, 2024
La escena del abandono de Tamara se viralizó por la red, la aspirante aseguraba que se había equivocado, ella tan solo venía a vivir la experiencia y se había encontrado con una rivalidad y una presión que superaba sus expectativas. Miles de usuarios decidieron exponer su opinión, llegando a la conclusión de que el programa tendría que reforzar más el apoyo de la salud mental en todos los concursantes con el fin de no revivir estas situaciones. El jurado estaba fusilado por la red, en especial Jordi Cruz, el cual en cada edición ha conseguido estar más repudiado. En toda esta avalancha de comentarios, incluso se añadió la ministra de sanidad, Mónica García. Una intervención que provocó que la Corporación de RTVE cancelara y borrara el capítulo del programa de todas las plataformas y las redes sociales. Estaban intentando frenar el escándalo cuando, unas horas más tarde, los dos protagonistas han aparecido de la siguiente forma.
Juntos y revueltos, Jordi Cruz, el miembro del jurado, y Tamara, la exaspirante, protagonizaban uno directo al perfil de Instagram del cocinero catalán. Muy fuerte. Después de todo el desenfreno, los aparentemente enemigos en el programa, se presentaban en directo para hacer la receta de cada domingo en el perfil del chef, una carrot cake 2.0 "Hablamos sobre la posibilidad de aparecer hoy por aquí y decir nuestra opinión, sobre lo que ha estado pasando esta semana..." Empezaba Jordi Cruz."Creo que todo el mundo ha dado su opinión por los medios y se ha tergiversado un poco." Añadía la exconcursante. Así pues, los dos han querido explicar y detallar cuál fue la realidad de la situación, lavando la imagen del programa y asegurando que todo se trataba de 'la magia de la televisión'
"Estoy bien, no tengo problemas de salud mental" aclaraba a Tamara. "Por supuesto. Lo tengo clarísimo y te entendí perfectamente. (...) Se han dado opiniones con alegria pasmosa y, en muchos casos, sin haber visto el programa. “Soy cocinero y hay ciertos temas que los tienen que hablar profesionales. En MasterChef, hablamos de superación, de velocidad, de evolución, de actitudes, de querer mejorar, de querer superarte. No estamos ahí para herir ni para atacar a nadie. Además, estamos haciendo televisión. No sé si alguien se ha dado cuenta. La televisión me la tomo muy en serio. Queremos que descubráis el mundo de la cocina, pero también es un formato televisivo." Esta es la sencilla teoría que han querido defender después de todo el alboroto. Punto final al drama.
La Corporación pedía disculpas al público por la horrible situación, pero todo este drama ha acabado con un final... ¿Feliz? Mejor dicho podríamos decir que aparenta ser un final pactado, parece que los dos hayan llegado a un acuerdo para limpiar la imagen del programa, y, de paso, la del cocinero. MasterChef se tambaleaba, y una reconciliación pública era lo único que lo podía revivir, o al menos, eso han intentado.