Glòria Serra es de las periodistas catalanas que se han ido a Madrid a trabajar y mantienen el acento catalán: el deje cuando habla y el acento ortográfico en el nombre de pila. A diferencia de otros que se castellanizan el nombre en España (Ramón / Ramon Pellicer) Serra fue a El hormiguero de su empresa (catalana como ella, Atresmedia de Planeta) y lució acento abierto de nombre esdrújulo: Glò-ri-a.
Horas antes, un tuitero catalanófobo atacaba a un periodista de La Vanguardia, Enric Juliana, por escribir tuits indistintamente en catalán y castellano. Le escupe que no piensa leer ninguno que esté escrito en catalán.
Glòria Serra, que también trabaja en el diario y la radio del Grupo Godó, responde el señor catalanófobo muy educadamente, dirigiéndosele por su nombre. El tuitero se hizo cuenta de twitter en el tempestuoso octubre de 2017, para opinar del procés, y en 3 años ha interesado a 13 seguidores. Serra, elegantísima:
Twitter es una red social que facilita la comunicación y todos los tuits tienen una frase pequeñita al lado de la bola del mundo donde se puede leer "Traducir Tweet". Pero el tuitero catalanófobo es tan ultra, tabarnio, cerrado y marciano que respona a Glòria Serra:
No es lo mismo. Por eso el señor Trajano lee Shakespeare en inglés, Murakami en japonés y va a misa en latín. ¿Por qué le llaman "perdido en la traducción" cuándo es pura catalanofobia?