Hay imágenes que hablan por sí mismas. Y que definen a la perfección el sentimiento de todo un pueblo. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha reconocido la inmunidad de Oriol Junqueras como diputado europeo electo, una bofetada épica al sistema judicial español. Se abre así un nuevo escenario político y judicial, que puede afectar contundentemente a la situación de otros líderes independentistas como el MHP Carles Puigdemont, Toni Comín o Clara Ponsatí. Buena parte de Catalunya contenía la respiración mientras miraba por televisión la lectura de la sentencia en el tribunal de Luxemburgo. Otros estaban más tranquilos, confiando en la validez de los argumentos de defensa esgrimidos ante los jueces europeos. Uno de ellos, el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, a quien en una ocasión tan especial como esta no le faltaban sus inseparables... palomitas.

La fotografía de Boye explica la espera del letrado en un día marcado en rojo para todos aquellos que confiaban en que la justicia europea daría la razón al líder de Esquerra encarcelado y condenado a 13 años de prisión. El abogado ha hecho famosas, a lo largo de este tortuoso camino, una frase lapidaria ("ahí lo dejo") y sus inseparables palomitas, el acompañante ideal para disfrutar del cine. Y es que la causa judicial independentista se ha convertido en eso, en una película llena de intriga, de lucha y de dignidad laminada por los intereses de un estado que quiere erradicar cualquier indicio de derechos y libertades contra el movimiento de autodeterminación catalana. "Así ha sido la espera....y valió la pena", ha dicho Boye, haciendo volar la instantánea por las redes.

Gonzalo Boye @boye_g

La alegría para obtener un ápice de justicia, la que niega sistemáticamente España (y que seguro que intentará ignorar), representada en una foto que a partir de ahora es un cuadro digno de estar en un museo. Y las palomitas, nuevo plato del recetario tradicional catalán, y símbolo de libertad.