La crisis del coronavirus se ha ensañado con los artistas. Pocos trabajos hay tan públicos y para disfrutar colectivamente como el teatro o la música en directo. Los conciertos son cosa del pasado y el gremio ya no vive de la venta de discos. Y sin conciertos no tienen trabajo. Una actriz, Mercè Martínez, revelaba en pandemia que se había puesto a trabajar en una cadena de montaje de electrónica. Ahora el miembro de una de las bandas musicales más conocidas del país, Gossos, explica que la crisis le ha empujado a hacer de mensaka:
Es Oriol Farré, voz y guitarra, uno de los manresanos de la banda. Sin trabajo tiene que repartir mensajes, paquetes y lo que haga falta para la empresa catalana MRW. Las siglas quieren decir Mensajeros Radio Worldwide pero el músico bromea y dice que trabaja en "Music Real World". Esta es la cruda vida real en el mundo de la música: trabajo precario, pasar frío y repartir paquetes en bici, moto o furgo. La red lo lamenta:
El último es el mejor: que no abusen de los riders, repartidores o mensakas. Músico en excedencia pero con los derechos laborales íntegros. No es un drama cambiar de trabajo. Es una putada.