Telecinco lleva meses sin nadie al volante. El desconcierto forma parte del decorado de la cadena. También las decisiones equivocadas, el absurdo, los experimentos desesperados. Se le está poniendo una cara de TVE que no se aguanta. Con una diferencia: con la pública siempre tienes una brizna de esperanza, porque con una plantilla equivalente a la población de Briviesca, Cangas de Onís o Santo Domingo de la Calzada (en torno a los 6.500 habitantes), siempre puede surgir una buena idea, como una seta en el bosque. Improbable, pero no imposible. En la cadena amiga, sin embargo, todo parece perdido. En todo caso, van mucho más de la mano de lo que parece.
Ambas opciones televisivas se han puesto de acuerdo este final de año y han desplegado una alfombra roja a una política muy polémica y muy facha. De hecho, es la ídola de esta parroquia: Isabel Díaz Ayuso. La forma de obligar a tragárnosla es realmente detestable: la meten con calzador en programas de entretenimiento. Nunca informativos, claro, porque ya sabe que la puede hacer grande. En espacios blanquitos (sobre el papel) y especialmente en concursos de talento no chirría tanto. No porque ella sea el talento en persona, no. Más bien porque con sonreír un poco y decir cuatro irrelevancias ya estaría. El resto va a cargo de los presentadores, participantes y público de los formatos: hacerle la pelota. El objetivo es clarísimo: empezar con la campaña electoral. TVE, Telecinco, Antena 3, todas a una por el asalto a La Moncloa del PP. Y como Feijóo está demostrando que es un bluff, escogen a Ayuso. Descarado.
Ayuso, hasta en la sopa: estrella invitada en el especial de Navidad de 'Masterchef'
Doble dosis navideña de Ayuso en la tele. Ya hemos tenido la primera cucharada en la final del 'Got Talent' de Risto Mejide, y en unos días volverá a salir en antena en uno de los especiales de 'Masterchef'. En este caso no sorprende demasiado: es la favorita y musa de Jordi Cruz. También un referente para Samantha Vallejo-Nájera, nieta del terrorífico doctor nazi Mengele, pero en su versión española. Isabel en los fogones, ¿qué podría salir mal?. Lástima que el programa ya esté grabado, el espectáculo en directo hubiera sido apoteósico. Si tienen el suficiente estómago, una recomendación: no traten de emular sus recetas, técnicas o preparaciones en casa. Lo agradecerán. De hecho no reproduzcan absolutamente nada, de todo corazón. Lo que sí reproduciremos serán los comentarios de la red, que se sublevan contra la maniobra de la tele pública, es decir: pagada con el dinero de todos. También el de los que nunca votarían Ayuso ni cobrando una propinilla.
'Got Talent', otra muestra de la campaña pro-PP en programas de entretenimiento: asco entre los espectadores
Saltamos a Telecinco, donde se ha celebrado el enésimo final del interminable serial del 'Got Talent'. Con este formato tenemos un déjà vu infinito. Las caras cambian, pero todo tiene sabor a visto, oídoo, degustado, sobado. Siempre celebran una final, o una semifinal, o una ronda decisiva. Qué intensidad, qué pereza. En esta ocasión, eso sí, elevada al cubo. Porque de repente, patapam, Ayuso. La estrella. Visitaba el escenario para felicitar a un grupo de chicas flamencas e invitarlas a actuar en las fiestas del 2 de mayo. Pero vaya, que también podría haber entrado para promocionar una cadena de pizzerías o anunciar alarmas. Era solo una excusa para ovacionarla, arrodillarse, babear y regalarle unos minutos en prime time. El resultado es dispar: sus fans en éxtasis, el resto del personal asqueado. Después se extrañarán en Mediaset al comprobar que se han estrellado, un día más, en las audiencias. Un 13'1% en todo el Estado, la final menos vista de la historia. En Catalunya no llegan ni a los dos dígitos, 9'3%. Vaaaaya. Cosas que pasan. "Esperpento", "vomitivo", dicen en redes.
Hay días en los que con apagar el televisor no bastaría. Tirarlo por la ventana parece una opción más razonable.